El disco compacto ''tiembla'' por el segundo aire del vinilo

GUADALAJARA, JALISCO (11/MAY/2013).- La reproducción musical análoga a través de discos de vinilo, en sus respectivas consolas reproductoras, no es moda. De hecho, en Guadalajara ha mantenido sus ventas desde la década de los 90 sin alteraciones grandes, pero el fenómeno que hoy sí se registra en dos de las principales tiendas de discos retro en el Centro de la Perla Tapatía es que se venden más discos retro que los compactos.

Los precios accesibles van de la mano con la sensación romántica y nostálgica de escuchar el scratch (rayado) que produce la aguja de la consola al rozar el vinilo, como un fondo musical ligeramente perceptible que se une a la melodía. Pero la mayor bondad del también llamado formato gramofónico es su incorruptibilidad: todo disco adquirido es original; no se puede "piratear".

"No hay piratería. Lo único que podría no gustar es la condición de la caja, pero en tanto el disco esté en buenas condiciones no hay ningún problema para escuchar", expone Yoshimark Zepeda, cantautor y encargado de la tienda "Submarino Amarillo", que se ubica en la intersección de las calles Juan Manuel y Mezquitán, en el primer cuadro de la ciudad.

Expone que hay un fenómeno naciente, acompañado de un "rumor", que afirma muy pronto se detonará nuevamente la fiebre por el disco de vinilo. "Vienen varias chavas que gustan de comprar colores chillones para su ropa o sus lente, como en los 80s, y les gusta todo lo retro; entonces, las consolas y los discos son su elección", añade una joven estudiante de preparatoria que se encuentra a su lado, ayudándole en la atención.

Junto a esa tienda se encuentra "Roxy & Roll", atendida desde hace 40 años por Ricardo Villalpando, quien asegura que hay ventas bajas, y responsabiliza de ellas tanto a la piratería como a las posibilidades de "bajar" música por Internet. Ambas causas han afectado a la mayoría de la gente, aunque asegura que hay un grupo de usuarios que difícilmente verán opacado su deseo por gastar en música: los coleccionistas.

"Hay tiendas famosas que se han retirado del negocio, si es que se le puede llamar así (...) La clave del éxito es tener buenos discos y buenos precios. Tiempos pasados fueron mejores; por ejemplo, cuando comenzó a nacer el CD (disco compacto) hubo buenas ventas, pero el disco de vinilo, que es lo que colecciono, se ha vendido siempre. Las consolas (para tocarlos) se venden donde quiera, y cuestan desde 500 pesos. Tu bolsillo es la medida".

Los precios por acetato en su establecimiento van desde los 10 pesos; incluso hay ofertas de tres por 50. Y a manera de agregado cultural, también vende libros de segunda mano, con costos desde 15 pesos, una técnica que también el establecimiento rival emprende para atraer la atención de más personas, pese a que algunas sólo entren a mirar.

Jorge Gutiérrez, uno de los clientes de "Roxy & Roll", asegura que prefiere comprar discos de vinilo porque la calidad de audio análoga es superior a la que ofrece una digital.

"Es como más plana", lo interrumpe el encargado del lugar, quien asegura que el mantenerse en el lugar por cuatro décadas obedece más al amor al arte que a las transacciones que tiene ahí. "No es el gran negocio ya. Es muy difícil vender la música si está regalada (en Internet). Esto (la venta de discos de acetato) es para unas cuantas personas; es muy difícil para nosotros".

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA