Martes, 23 de Abril 2024
Entretenimiento | Muestran de qué está hecho ''Lonerism'', su segundo álbum

Tame Impala y el tiempo perdido

Después de un retraso significativo, los australianos subieron al escenario para demostrar por qué se habla tando de ellos

Por: EL INFORMADOR

''Elephant'', ''Feels Like We Only Go Backwards'' y ''Keep On Lying'' fue la triada que presentó en Guadalajara.  /

''Elephant'', ''Feels Like We Only Go Backwards'' y ''Keep On Lying'' fue la triada que presentó en Guadalajara. /

GUADALAJARA, JALISCO (16/MAR/2013).–  Fue un comienzo difícil en el Teatro Estudio Cavaret. La gente se arremolinaba entre ansia, hiperactividad e impotencia por querer ver a Tame Impala. Una hora de desesperanza, viendo en la pantalla una cuenta regresiva que cada que llegaba al cero provocaba el barullo de una horda de melómanos a grito de espera. Así pasó una hora, viendo entrar y salir ingenieros de sonido que revisaban claves e instrumentos; tal vez esta cuerda más floja, tal vez la tarola no daba el ancho, como fuese, hubo tiempo perdido para quienes deseaban escuchar a la banda australiana liderada por Kevin Parker.

A las 21:30 horas, aproximadamente, el conjunto local de Antoine Reverb había dejado lo suyo en el escenario, para generar atmósfera de rock y psicodelia como buena banda telonera. No obstante, por más que ellos hubieran puesto a bailar uno que otro, los minutos se encargaron de disiparlo para dar lugar a la queja. Pero claro, con el primer paso de Parker al escenario, los chiflidos y vituperios cambiaron por aplausos que marcaron el buen recibimiento. Fue ''Solitude is Bliss'' la que se encargó de dar inicio al recital, cerca de las 23:30 horas.

Con esa guitarra poderosa que se vale como firma característica de Tame Impala dio comienzo la noche, y el tono se mantuvo con ''Be Above It'' que, con el compás llevado por una batería repetitiva y de una sencillez magistral, provocó el impulso de aventar el cuerpo hacia las masas y querer sentir la música entre brinco y brinco. Los jams que daban pie al cambio de tema también sorprendieron a más de uno, a pesar de los problemas de acústica que se percibieron durante la noche.

''Elephant'', ''Feels Like We Only Go Backwards'' y ''Keep On Lying'' fue la triada que presentó en Guadalajara de lo que está hecho ''Lonerism'', segundo álbum de los australianos, que obtuvo el nombramiento de mejor disco del año en 2012 por la revista inglesa NME. Y es que ya sea por sus riffs distorsionados, su nostalgia por aquellas bandas que definieron el rock a mediados del siglo xx o la excelente unidad instrumental en destiempo, pero sin duda los seguidores del género han validado la opinión de los críticos de música de dicha publicación periódica.

Mas no bastó con ello para conquistar al abarrotado Cavaret. A mitad del concierto, un gran número de asistentes comenzó a salir a tomar aire fresco o fumar un cigarrillo, mientras Kevin Parker levantaba su guitarra durante la interpretación de algún solo. “Me quedo con el Tame Impala de los discos”, algunos dijeron. Otros, la contraparte, admiraban las improvisaciones anonadados.

Se notaba en la atmósfera, el círculo que se formó frente al escenario eran verdaderos seguidores del grupo. Entre los más alejados estaban los que habían acudido para pasar el tiempo entre conversaciones de amigos, como si de un bar con música en vivo se tratara. Acaso tendría que ver en esta actitud la larga espera pero, ¿valió la pena el tiempo perdido en el concierto de Tame Impala de este viernes 15 de marzo? A esa interrogante cada uno de los que lo experimentaron tendrá una respuesta distinta. Sin embargo, una cosa es segura, quienes no lo hayan disfrutado será por circunstancias ajenas a la banda, porque Tame Impala mostró su calidad musical de la que tanto se ha hablado el último año.

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