El terror con apellido Del Toro

GUADALAJARA, JALISCO (30/ENE/2013).- El lugar seguramente es Estados Unidos y la época ha de ser reciente. Las precisiones anteriores, dicho sea de paso, son lo de menos. Nadie se asusta cuando le mencionan un lugar —a menos de que deba dinero en éste—, pero ante la aparición de un ente aparentemente maligno, más de uno dará un pequeño brinco y un suspiro posterior. Este ente, que viene a ser un espíritu con instintos maternales, está encerrado en la película Mamá, dirigida por Andrés Muschietti y de la cual el tapatío Guillermo del Toro es productor ejecutivo.

En una entrevista para la agencia Associated Press, Del Toro dijo: “Estuve involucrado en todo, del principio al final. En este caso más que en Rise of the guardians porque en este caso también estoy involucrado a nivel financiero, es decir, armo la producción, las decisiones de cómo se arma la película financieramente, quién participa. Estoy involucrado en el planeamiento, el diseño, el planteamiento del guión, en la postproducción, en color, en mezcla de audio, etc, etc”.

La verdad es que lo anterior se nota. El espectador encontrará elementos que son clásicos de Guillermo del Toro, aun en su etapa como productor, y que ya llegan a ser repetitivos. Si se hace una comparación entre El Orfanato (2007), No tengas miedo a la oscuridad (2010) y Mamá, encontrará coincidencias con la casa que tiene algo de “embrujado”; niños con conexiones extranormales que los ponen en peligro, así como criaturas góticas que son las principales encargadas de asustar al espectador. Aunque en esta ocasión no se trata de una criatura, sino del espíritu de una mujer, que tiene la estética que han guardado otros personajes en los que Guillermo del Toro ha tenido influencia.

El terror

El conflicto de la historia, pues, parte de lo siguiente: la primera escena es un hombre que llega apresurado a su casa. Suda y está agitado porque antes asesinó a su esposa. Se encarga de subir a sus dos hijas (de uno y tres años) a un carro que después arranca a toda velocidad. Entre la preocupación y las distracciones ocasionadas por las menores, cae por un barranco y... aquí no se puede contar mucho más para no arruinarle la historia al espectador. Sería injusto ahorrar sustos que se deben sentir en carne propia.

El caso es que, después de la desaparición, el hermano del hombre que mató a su esposa comienza una búsqueda incansable de éste y de sus sobrinas. Cuando los investigadores contratados para hacerlo se internan en el terreno donde se desbarrancó el automóvil, se encuentran con que las niñas, por razones que deben quedar ocultas en este texto, están vivas.

De acuerdo con Del Toro, si él fuera el director, habría hecho la película muy diferente: “Andrés tiene su propio estilo. Yo hubiera hecho la película muy diferente, pero como productor tengo que oírlo y callarme, o tengo que oírlo y ayudarle. Y es una decisión de productor que se tiene que hacer para saber que no se está interfiriendo con el director. Eso se logra sólo con un poco de experiencia”.

Recuperando el hilo, el perteneciente a la historia de la película, las niñas terminan viviendo con su tío Lucas (Nikolaj Coster-Waldau) y con Annabel (interpretada por la ganadora del Globo de Oro y nominada al Oscar Jessica Chastain), el primero dibujante y la segunda bajista en una banda de rock. Ambos, que quede claro, no tenían en planes entrar en asuntos de paternidad, pero fueron víctimas de las circunstancias.

Ahí es cuando la situación se pone más interesante. Gran parte de la película, el espectador permanece atento. La música alerta cuando algo está a punto de aparecer. El público lo presiente y ¡pum!, viene el pequeño saltito en el asiento cuando aparece el fantasma, que sin duda es la mamá más rara del mundo, ésa que se encargó de las niñas cuando estuvieron abandonadas en el bosque. Este “personaje”, por su historia relacionada a un pasado trágico y lejano, hace recordar un poco al ente principal de la Dama de Negro, esa señora amarrada a un eterno presente por la desafortunada pérdida de su hijo.

Las reacciones del público fueron de atención y pequeños sustos, al menos al principio. Algo le pasó a la historia que, cuando el fantasma comete un asesinato que deja el cadáver con un aspecto grotesco, lo más que se escuchó en la sala fue una carcajada grande y varias risitas que salieron de diversos asientos. De ahí en adelante, se perdió gran parte de la tensión que se había logrado con la fusión de la música, la iluminación y la excelente actuación de las dos niñas protagónicas, interpretadas por Megan Charpentier (quien hace el papel de Victoria) e Isabelle Nélisse (quien le da vida a la pequeña Lilly). Justamente Del Toro usa el ejemplo de las niñas para mostrar que separa lo más que puede su trabajo del que corresponde al director. Aunque él confiesa que habría preferido a dos infantes con ojos y cabello oscuro, para darle un “look más fantasmagórico, como del más allá”, éstas son rubias.

Algunas personas consultadas por este medio al terminar la película, dijeron que, a su consideración, la tensión de la película se cayó al final por apostarle demasiado a lo fantástico, cuando en un principio había conservado ataduras con lo terrenal.

Las nuevas oportunidades

Tal y como lo dijo en esa entrevista con Associated Press, como productor, Guillermo del Toro ha estado al pendiente de los nuevos talentos cinematográficos; no sólo para mirar su trabajo, sino para apoyarlos con éste.

“Trato de patrocinar buenos directores, de decir, ‘Aquí hay un director interesante’, como fue en el caso de El orfanato, o Aquí hay una historia interesante, como en Los ojos de Julia”.

Éste fue el caso del argentino Andrés Muschietti. El cineasta tapatío afirma que cuando vio el cortometraje homónimo, también obra del sudamericano, le provocó bastante miedo “y entendí que ahí había algo especial. Por eso quise producir la película”.

Que el espectador saque sus conclusiones al final de la cinta. Lo que está claro es que no puede dejar de vivir dos o tres sustos... o quizá más.

El cineasta mexicano Guillermo del Toro aseguró que el estilo de un director de cine se va forjando a lo largo de su trayectoria, y en su caso, desde que se inició en el Séptimo Arte siempre lo han atraído temáticas relacionadas con la infancia y con la mezcla entre el cuento de hadas y el de horror.

“En mi carrera como director y productor de cine nunca me he involucrado en proyectos con los que no me sienta identificado, quizá eso ha ido forjando mi propio estilo, porque como decía Alfred Hitchcock: las constantes son repeticiones con estilo”, expresó Del Toro.

FRASE

''La historia de Mamá es una versión torcida y rara de un cuento de hadas''.

Guillermo del Toro, productor

EL DATO

La película

> Estreno en México: 1 de febrero de 2013

> Duración: 100 minutos

> Género: Terror

> Clasificación: B

REPARTO PRINCIPAL

> Jessica Chastain (Annabel)

> Nikolaj Coster-Waldau (Lucas)

> Megan Charpentier (Victoria)

> Isabelle Nélisse (Lilly)

> Daniel Kash (Dr. Dreyfuss)

> Javier Botet (”Mamá”)

VOCES

Ellos ya la vieron

“Fue buena a secas. La mitad estuvo con bastante suspenso y unas muy buenas tomas, pero como de tres cuartos para adelante creo que bajó. Al último, más que de terror, fue de fantasía”

Misael Servín, espectador.

“Buena a secas. Como que hicieron mucha expectativa de la película, la esperaba un poquito mejor. A comparación del cortometraje, quedó debiendo algo”

Diego Méndez, espectador.

“Más o menos, esperaba más de la película. La historia es buena, pero me quedé con ganas de más susto, más suspenso... se volvió predecible”

Andrea Soto, espectadora.