Viernes, 26 de Abril 2024
Entretenimiento | Los tabúes y estereotipos salen para dar más credibilidad

Los dibujos animados toman en serio a los niños

Las películas de princesas sumisas han llegado a su fin para darle fuerza a personajes más humanos

Por: AFP

Los tiempos de dibujos ''inocentes'' han dado paso a personajes más reales. ARCHIVO  /

Los tiempos de dibujos ''inocentes'' han dado paso a personajes más reales. ARCHIVO /

PARIS, FRANCIA (15/DIC/2012).- Setenta y cinco años después de "Blancanieves y  los siete enanitos", los dibujos animados ya no tienen tabúes ni fronteras y toman en serio a los niños. Ahora hay otros héroes que hacen las delicias de pequeños y mayores: una princesa rebelde o un niñito africano en lucha contra los prejuicios.

"Desde Walt Disney y sus historias que evitaban los temas serios, hemos  cambiado de planeta y de siglo", explica Michel Ocelot, el padre de "Kiriku",  un niñito africano nacido en 1998 en el cine, cuyas aventuras permitieron dar  "un giro", según los profesionales consultados.

En 40 años, "hemos pasado de los dibujos artesanos pintados a mano a las  imágenes digitales, en 3D, con un ritmo de producción acelerado; la hegemonía  de los estudios Disney cayó", recalca Frédéric Nagorny, profesor de animación.
 
La gran diferencia, añade Ocelot, es que "ya no se cree sistemáticamente  que los niños son imbéciles. Cuando hay princesas, como 'Valiente' (de Mark  Andrews, Brenda Chapman, 2012, Disney/Pixar), éstas ya no dicen 'amén'".

"Se ríe y se sueña mucho, pero las historias integran (el mundo) real en cuentos modernos. Se puede contar todo, lo que va bien, pero también lo que va mal", analiza Marguerite Abouet, autora del cómic "Aya de Yopougon", que cuenta las andanzas de una joven marfileña.

"Incluso en Disney, se acabaron las historias para 'niñitos buenos'. Se  habla de medio ambiente, de la independencia de las niñas. Era inconcebible  hace tan sólo unos años", insiste Ocelot.

De "Toy story" a "Lorax" o de "Shrek" a "Kirikou", por ejemplo, los héroes  se parecen al ciudadano de a pie.

Juguetes, animales, monstruos, niños, adolescentes o ancianos... los  protagonistas de hoy en día "tienen problemas como todo el mundo, intentan  vivir con los demás, que a menudo son los malos (padres, vecinos, colegio). Uno  se identifica con ellos", añade Abouet.

Las brujas se deprimen  


Kirikou, un niño negro, chiquitín, ágil y desnudo, vive en una aldea  africana imaginaria. Su bondad y su gran inteligencia le permiten ayudar a los  habitantes. Pero no sólo eso. La primera historia "Kirikou y la bruja" (1998)  -cuenta Michel Ocelot- "está basada en la violación colectiva de una joven".

"Comienza con gran dureza pero hago un cuento más bien tranquilizador.  Hablo de por qué la gente es mala, del perdón, de no tragarse cualquier explicación. En el último episodio (Kirikou y los hombres y las mujeres), que  salió en octubre, abordo el racismo, y Karaba (la bruja) se desmorona, ya no soporta su soledad".
 
Incluso cuando hay superhéroes, algo frecuente en Estados Unidos, "se les  ridiculiza", sostiene Nagorny. De ahí el éxito mundial de 'Shrek' o de 'El origen de los guardianes' del estudio DreamWorks. Papá Noel, tatuado, cuenta en su  equipo con el Conejo de Pascua armado con un bumerán y huevos explosivos.
 
En "Ernesto y Celestina", unos dibujos animados en acuarela, un oso marginal, músico y payaso, conoce a una ratoncita que sueña con ser pintora o dibujante, pese a estar predestinada para ser dentista.

Y el "vivieron felices y comieron perdices" se ha convertido más bien en  "se casaron, tuvieron hijos, se divorciaron, se interesaron por otras personas  e intentaron vivir en un mundo que avanza muy rápido", concluye con ironía  Abouet.

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