Tierra de vampiros busca devolver el terror

CIUDAD DE MÉXICO (12/DIC/2011).- Ante el creciente interés de ver a vampiros en la pantalla y para contrarrestar el efecto de Crepúsculo, que presenta una visión más romántica del mito del chupasangre, aparece Tierra de vampiros (Stake Land), una cinta de producción estadounidense.

La película independiente merece la atención porque devuelve el sentido de terror y suspenso en una historia que se ubica en un mundo posapocalíptico, en donde una misteriosa plaga convierte a la gente en vampiro; un muchacho huérfano (Connor Paolo), acompañado por un veterano cazador de vampiros (Nick Damici), emprenden un viaje hacia el Norte, en Canadá, en busca de un lugar más seguro.

Ganadora del Premio del Público en el Festival de Toronto 2010, el joven director estadounidense Jim Mickle habla sobre su segundo largometraje escrito por él mismo en colaboración con su protagonista, el actor Nick Damici. “Originalmente lo que intentábamos hacer era una serie para ponerla en línea, y quisimos hacerlo por varios capítulos, desarrollamos varias historias con estos personajes y las situaciones que atravesaban; al final resultó bien, pero no intentábamos hacer un largometraje, sino a manera de cómic en línea con varios episodios”.

Problemas de financiamiento

El filme hecho con un bajo presupuesto obtiene resultados altamente satisfactorios, al mezclar el horror y la acción; sin embargo, el director Jim Mickle, egresado de la Universidad de Nueva York, quien ha trabajado en varios puestos en la industria como asistente, editor y diseñador, señala lo difícil que es levantar un proyecto.

“Luego de viajar por varios festivales y conocer directores de otros países y de diferentes lugares, te das cuenta que todos lidian con el mismo problema, ya sea en Los Ángeles, Nueva York o México, es difícil encontrar financiamiento actualmente con las crisis económicas para hacer un trabajo más personal con filmes pequeños, contrario a los grandes presupuestos para las películas de estudio”.

Tierra de vampiros no cuenta con rostros que sean muy reconocidos, incluyendo al propio Nick Damici, salvo Kelly McGillis, coprotagonista de Tom Cruise en Top Gun, y quien interpreta a una monja. “Creo que es bueno y cada vez pasa más seguido en el cine, y es que con rostros familiares empiezas a perder credibilidad en lo que estás contando; en este caso trabajé con gente de verdad que resultan ser actores, en vez de estereotipos, y son capaces de ensuciarse y no usar maquillaje; quisiera que hubiera más películas que se concentraran en las historias y no se preocuparan en las portadas para la venta del DVD”.

Ante la tendencia actual por el tema de vampiros, el director asegura que comenzó su proyecto antes de que el tema estuviera en boga. “Cuando la escribimos era muy al principio de la moda de los vampiros, apenas estaba True Blood y aún no salía Crespúsculo; no estábamos conscientes, la idea era volver a hacer que los vampiros dieran miedo, porque ya no espantaban, le habían dado otro significado. Cuando filmábamos, Crespúsculo empezó a ponerse de moda, eso nos dio confianza”.