Las curiosidades del mundo de la televisión

GUADALAJARA, JALISCO (27/ENE/2011).-  El universo televisivo cuenta con una amplia gama de curiosidades y hechos extraños que en ocasiones no llegan a ser conocidos por el público. Sin embargo, en los estudios y entre las cámaras, detrás de las grandes producciones y emisiones legendarias, se esconden un sinfín de anécdotas que le dan color a la por algunos llamada “fábrica de sueños”.

La página de internet snopes.com se dio a la tarea de recopilar en su portal diversas anécdotas que revelan el lado oscuro del entretenimiento, y lo muestran como un mundo lleno de pequeñas historias y grandes dramas secretos, que en muchos casos, jamás llegaron a trascender, hasta ahora.

Algunos de los hechos más curiosos y bizarros que se han dado en la historia de la pantalla chica son falsos por más reales que puedan llegar a sonar, en tanto que otros son verdaderos pese a la bizarría en que están envueltos:

LO CIERTO

Uno de los episodios de Alfred Hitchcock presenta fue censurado por ser demasiado “terrorífico”.

El programa, que existió entre 1961 y 1962, se caracterizó por “llevar más allá” la paranoia y el miedo en televisión, en una época donde el entretenimiento era más inocente.

Hitchcock, llamado  con justicia “rey del suspenso” lanzó en su programa Alfred Hitchcock presenta varios episodios que verdaderamente causaban histeria entre los espectadores, a tal punto existió el rumor de que algunos sólo se emitieron una vez por su alto contenido de terror.

El rumor resultó ser verdad con el capítulo titulado El aprendiz de brujo, que muestra violencia e insinúa (pero no muestra) asesinatos en la trama.

El propio Hitchcock acepta que “se le pasó la mano” con ese capítulo y la cadena que transmitía el programa estuvo de acuerdo tanto que, en las futuras repeticiones, el episodio quedó fuera del rol y hasta la fecha, no se ha vuelto a transmitir, transformando al Aprendiz de brujo en una “historia perdida”.

 La canción de entrada de Star Trek tiene letra

Para los fanáticos de la legendaria serie de televisión Star Trek, sería raro pensar que el tema de entrada del programa tiene letra, pues durante décadas se ha emitido una versión instrumental.

La versión original del programa, que se grabó entre 1966 y 1969, comenzaba con una voz en off que decía “A donde ningún hombre ha llegado jamás”, y a continuación comenzaba un tema sin voz. El arranque del show se volvió muy popular, al punto de que incluso quienes jamás han visto el programa la reconocen. Sin embargo, originalmente Star Trek si tenía un tema de entrada.

El tema de entrada fue compuesto por Alexander Courage, quien también compuso la música y puso los efectos del programa sin embargo, problemas de derechos y el hecho de que la gente se acostumbrara a un Star Trek sin tema principal hizo que los productores desistieran de usar la canción, para furia del propio Courage, que desistió de participar en las futuras series de Star Trek.

 Un actor cuyo personaje “murió” a cuadro salió caminando del escenario como si nada

La aparición de la televisión cambió la dinámica de los actores teatrales, que de repente se vieron sometidos a las necesidades de la imagen y no tanto de la historia.

En 1954, en Estados Unidos se hizo una serie de televisión basada en el popular libro de Ian Fleming, Casino Royale. La serie, que se emitía en vivo, gozó de una enorme popularidad, aunque tener tantos espectadores terminó por hacer el error más grande.

Y es que durante uno de los capítulos, llamado El largo adiós, en una escena de balacera, uno de los villanos recibió un disparo y “murió” en pantalla. Sin embargo, la dirección de actores era muy distinta a esta época y, una vez terminado su papel, el histrión se levantó como sin nada y salió de cuadro.

Al día siguiente, reseñas señalaban el “milagro” ocurrido en el programa, al destacar con ironía que era la segunda vez en casi dos mil años que un hombre se levantaba de entre los muertos. El director de ese episodio terminó despedido y el capítulo, enlatado.

LO FALSO

Durante la presentación de The Beatles en el show de Ed Sullivan no se cometió ningún crimen en Estados Unidos

Los cuatro fantásticos de Liverpool vivían en 1964 su mejor momento. Imitados y adorados por millones de adolescentes, su aura de popularidad se extendió más allá de Inglaterra, por lo que causaron una revolución en cuanto llegaron a Estados Unidos.

Durante su presentación en el popular programa de Ed Sullivan, que era el de mayor audiencia en ese momento, algunos diarios (como The Chicago Sun Times) señalaron que el crimen en la Unión Americana bajo a cero. El programa fue visto por 73 millones de espectadores (lo que sigue siendo un récord) pero eso no quiere decir que no hayan existido crímenes. La policía de Washington, por ejemplo, anotó que “es imposible que todos los indigentes y ladrones le hayan dado más importancia a un grupo de rock inglés que a sus actividades diarias”.

 El conductor original de Las pistas de Blue murió de una sobredosis de drogas

Durante buena parte de la década de los años noventa el programa de Las pistas de Blue se había convertido en el show infantil más popular de la televisión, y su conductor, Steve Burns, en una celebridad.

Aunque era una figura pública, Burns rara vez aparecía fuera de las cámaras, y durante cada ausencia comenzaban a circular versiones de que había muerto de una sobredosis de drogas.

Burns se presentaba en programas como The Rosie O’Donnell Show y Today entre 1998 y 1999 para explicar que era falso y que estaba bien, pero apenas desaparecía unos meses de cuadro cuando los rumores volvían a surgir.

Para muchos, el origen de esta leyenda urbana está en la participación en 1995 de Burns en un episodio de La Ley y el Orden, donde su personaje muere. Al ser una estrella infantil, muchos seguidores pequeños del actor no distinguieron entre el conductor y un personaje de una serie, por lo que verlo muerto en el programa equivalía para ellos a “morir” en la vida real. Cabe recordar finalmente que abandonó el programa de Las Pistas de Blue en 2002 y Steve Burns sigue vivo.

La caricatura de Pokemon causó epilepsia a 600 personas

La leyenda urbana sobre esta caricatura tiene cosas ciertas y faltas. En 1999, durante un episodio de la caricatura Pokemon en Japón, una escena de pelea entre los personajes provocó severos dolores de cabeza a varias personas, adultos y niños por igual.

El diagnóstico médico concluyó que el episodio contenía escenas que podrían causar epilepsia fotosensitiva (causada por ciertos patrones de luz y color). Algunas fuentes clamaban que fueron 12 mil las personas afectadas, aunque autoridades japonesas confirman que no fueron más de 600 y sólo un pequeño número tuvo que recibir tratamiento.
El capítulo que provocó el problema en Japón fue modificado, se quitaron las escenas de pelea y finalmente se decidió no volver a transmitirlo en Japón, en tanto que ni siquiera se dobló al inglés, por lo que no llegó a Estados Unidos ni a México.

Plaza Sésamo pensaba sustituir al Monstruo Comegalletas por uno más sano que promoviera el vegetarianismo

Durante 2005 y 2006 hubo un debate muy fuerte en Estados Unidos sobre si los medios estaba promoviendo demasiados productos que provocaban la obesidad en los pequeños. Las campañas se centraron a combatir especialmente a la comida rápida y a los caramelos, y pronto encontraron en Plaza Sésamo a uno de los “promotores” más grandes de la supuesta mala alimentación: El Monstruo Comegalletas.

Varios correos electrónicos circularon en aquella época asegurando que, ante la presión, la compañía productora del show, PBS, sustituiría al personaje por uno que promoviera el consumo de verduras y frutas.

Pronto incluso los medios convencionales estaban reportando esto como un hecho, hasta que la PBS emitió un comunicado asegurando que el show se comprometía a “promover el sano crecimiento de los niños, y el Monstruo Comegalletas sí promovería el consumo de verduras, pero eso no significa que abandonará las galletas que lo han hecho popular”.

A final de cuentas el Monstruo de color azul sigue comiendo galletas y el debate en los medios prosigue.

Una maldición azotó al elenco de Hechizada

A mediados de la década de los años noventa, los protagonistas de la popular serie Hechizada fallecieron con poco tiempo de diferencia: Elizabeth Montgomery (Samantha) en 1995, Darrin Stephens (Sargento Dick) en 1994 y Dick York (también fue el Sargento Dick) en 1993. Inmediatamente surgió el rumor de que el elenco sufría una especie de “maldición”, pues ninguno de los protagonistas falleció a una edad relativamente avanzada (ninguno superaba los 65 años).

Sin embargo esto no dejó de ser una mera y desafortunada coincidencia. Todos fallecieron a consecuencia de enfermedades (principalmente del corazón o cáncer) y ninguno por hechos de violencia o accidentes. Estadísticamente el promedio de vida en Estados Unidos es de 72 años, mientras que el promedio de vida de todo el elenco de Hechizada (más de 25 actores) fue de 80, por lo que la leyenda carece de fundamento.  Incluso el popular Dr. Bombay (encarnado por el histrión Bernard Fox) sigue vivo a sus 82 años.

El primer nombre de Gilligan era Willy

La Isla de Gilligan marcó una época en la comedia estadounidense y se convirtió en uno de los éxitos más randes, incluso fuera de las fronteras de la Unión Americana.

En la serie se contaban las aventuras y desgracias de unos náufragos quienes sobrevivían en una isla desierta a la inclemencia el tiempo, la soledad y, sobre todo, la incompetencia de un joven ayudante del barco que encalló en la isla: Gilligan, encarnado por Bob Denver.

Durante mucho tiempo se especuló si Gilligan es el nombre o el apellido del personaje (en inglés puede ser ambos). El creador de la serie, Sherwood Shwartz, confesó que en algún momento pensó llamar al personaje Willy Gilligan, pero cuando escribió el guión para el programa piloto “se le olvidó” y lo denominó simplemente como “Gilligan”.

A la fecha el propio Bob Denver cree que Gilligan es el apellido de su personaje, mientras que Shwartz prefiere dejarlo en el misterio, aunque cree que el hecho de que el protagonista sólo tuviera un nombre le dio un aire más universal y, sobre todo, es más simple de recordar.

EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ