Tibor Tepachero se lleva la noche de Enart

GUADALAJARA, JALISCO.- José Neftalí Ayungua Ramírez llegó a la Exposición Nacional de Artículos de Regalo y Decoración Artesanal Mexicana (Enart), procedente de Michoacán, para mostrar una de las piezas que ha creado y que más orgullo le da: Tibor tepachero, obra que además le valió el máximo galardón, "Tradición y ruptura", que otorga el encuentro y que se entregó la noche del viernes en el Museo Pantaleón Panduro, en Tlaquepaque.

El jurado de Enart -integrado por Martha Figueroa, diseñadora y coordinadora del Premio; Dolores Ibarra, directora del Museo del Periodismo y de las Artes Gráficas; Antonio Varela Amaya, presidente del Capítulo Guadalajara de la Internacional Interior Design Association (IDA); Alfonso Hernández Hernández, artista plástico y miembro de la misma; y el arquitecto Manuel Guillermo Muñoz- reconoció a los ganadores de jornada.

Greco Artesanías de Tonalá, mereció el premio por la pieza Caballo de Troya; Artesanías en Papel Amate de Puebla se llevó el premio por la obra El Sol entre los deidales; La Casa Amarilla de Tonalá fue reconocida por Collar fósiles en familia; Quetzal Taller de Querétaro fue distinguido por Venado azul; Luciano Metal Art de Guanajuato ganó con El árbol de la vida; Ópalos Romero fue elegida por La tortuga carey; Arte Huaxyacac de Oaxaca fue seleccionado por Huipil San Juan Colorado; Diáfano de la Ciudad de México por Platón filigrana; y Bordados El Cirio por Colcha estrella.

Al cierre de la ceremonia se entregó el máximo galardón del evento al taller Tata Talí de Tangacicuaro, Michoacán por la obra Tibor tepachero. En entrevista, Ayungua Ramírez precisó que sacó "muchas ideas y después completé un juego que es un tibor, una especie de jarrón grande con tapa. Combiné lo tradicional de la piña con un jarrito, usé el petatillo, es una pintura hecha a mano, extraemos el barro de una mina y lo molemos en metate, se aplica con pelo de cola de ardilla amarrado en tejamanil".

Proveniente de una familia de artesanos, el ganador confesó que su mamá Ana María Ramírez, desde pequeña trabajaba la alfarería y su papá Tata Talí, en 1989, se llevó el Galardón Presidencial del Premio Nacional de la Cerámica de Tlaquepaque y el Galardón Pantaleón Panduro en 1990. "Tata en purépecha es maestro y Talí es la abreviación de su nombre Neftalí, por eso quisimos que el taller se llamara así y todas nuestras piezas tuvieran un solo nombre", agregó.