Domingo, 05 de Mayo 2024

LO ÚLTIMO DE

|

Bajo los puentes de Tacuba

Por: EL INFORMADOR


Para Mónica la de Lago Ilopango

Dicen, por ahí, que transitar por debajo de los puentes de Tacuba, ubicados precisamente en donde anteriormente se encontraba la glorieta monumental que daba fisonomía cabal a Tacubita la bella, constituye un desafío al desafío. Puede ser que sea cierto, pero de cualquier modo, atravesar por debajo de los puentes de marras, es, a no dudarlo, una experiencia más de lo que es actualmente esa barriada, pues en principio, el espacio comprendido entre la salida sur de la estación del Metro Tacuba está congestionado por una masa de puestos semifijos que han formado un verdadero zoco. En dichos puestos, se ofrece de todo y para todos los gustos: ropa, zapatos, aparatos electrónicos, medicinas genéricas y en especial hay un conjunto de puestos que ofrecen cds tres equis, lo que llama la atención por la forma creativa tan prolija acerca de esta modalidad de los tiempos actuales.

Ahí, al socaire de tales puentes que cruzan uno de ellos, Marina Nacional y el otro es la prolongación de la calzada México-Tacuba, todo un inframundo increíble, pues muchas familias han convertido en objeto de sustento el merodear por esos lugares, pero es más, podría afirmarse que es su modus vivendi. Además de los numerosos puestos de fritangas, están bases de las muchas líneas de microbuses que hacen el recorrido por numerosos puntos del Estado de México, limítrofes precisamente con Tacuba. Por lo tanto, es un ir y venir de microbuses, de riadas de presuntos pasajeros que esperan tal o cual salida, gritos de los vendedores, y, además, muchos perros callejeros.

Pero es el caso que los vecinos continúan añorando la glorieta de Tacuba, que era el centro de la población, y que desapreció como consecuencia de la construcción de los dichosos puentes, en la época de don Ernesto P. Uruchurtu, que dicen las mala lenguas gobernó a la Ciudad de México con mano de hierro. Esos puentes, prioritarios para los afortunados dueños de autos, se hizo para comunicar expeditamente por los aires la calzada México-Tacuba con Marina Nacional, Legaria y Parque Vía rumbo a Azcapotzalco, El Rosario y a Puente de Vigas. Los habitantes de Tacuba, en especial los vecinos aledaños, no perdonan que esa obra haya quitado el sabor y vida de la buena a Tacuba. Con esa obra dizque modernizadora, no solamente se llevó la glorieta, sino también los cabarets, las carpas y los lugares de rompe y rasga que abundaban por esos rumbos.

Sin embargo, lo que más añoran es una antigua edificación, de dimensiones espectaculares, verdadera mansión de otros tiempos, El Castillito, por la forma en que estaba diseñada y que se encontraba en los puntos principales de lo que fue la glorieta de Tacuba. Esa residencia tuvo varios propietarios: primero fue propiedad de una familia alemana; después de los Escandón y posteriormente del general y doctor Berlanga.

Pero, además lamentan que no se conserva ninguna fotografía ni imagen del famoso Castillito, ubicado en una especie de promontorio en la citada glorieta, frente a las calles de Golfo San Lorenzo y Golfo de Guayaquil. El Castillito, como de cuento de hadas, fue demolido para dar paso a dos enormes puentes; en una porción del predio que ocupó, se alza ahora una tienda de autoservicio.

MANUEL LÓPEZ DE LA PARRA / Periodista.
Correo electrónico: loppra@economia.unam.mx

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones