A Trump le encantaba México… en 1993

GUADALAJARA, JALISCO (27/JUN/2016).- Como un país emprendedor, rico en recursos humanos y perseverante, así calificó el virtual candidato del Partido Republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, a México durante una conferencia en Guadalajara en 1993.

Frente a empresarios locales y nacionales en el Centro Joyero, el magnate de bienes raíces auguró un gran futuro para México y se dijo impresionado por el país.

“Estuve en mi luna de miel aquí en México, me quedé en el Acapulco Princess una semana hace unos 13 años y aprendí algo sobre México: cada vez que caminaba por la playa había algún joven que trataba de venderme joyería y esto fue verdaderamente interesante. El pueblo mexicano es natural como empresario; tiene un enorme futuro”, afirmó el ahora polémico aspirante a la Casa Blanca durante una conferencia organizada por la asociación civil Millenium hace 23 años, de acuerdo con un video grabado en aquella ocasión.

Antes de calificar a los mexicanos como criminales y hacer la promesa de construir un muro en la frontera, Trump destacaba cualidades del país y expresó su respeto por los empresarios mexicanos, por el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, y alabó su labor durante las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC).

Aurelio López Rocha, empresario y uno de los organizadores de la conferencia, recordó que Trump llegó a Guadalajara con un discurso de elogios para México. “Él (Trump) menciona en muchas ocasiones su admiración por el presidente Salinas y por el empresariado que estaba surgiendo en ese momento”, indicó López Rocha. “En ese momento el país estaba de moda y él se expresó muy bien de México y de los mexicanos”.

Luis Larios, empresario local, indicó que Trump arribó al país como amigo de México y de los mexicanos. “Llegó pronunciándose a favor de México con una gran perspectiva y visión de los mexicanos. Nos impresionó mucho el concepto que alguien como él se fijara tanto en el país en ese momento”.

Ambos empresarios, quienes tuvieron la oportunidad de convivir con Donald Trump fuera de la conferencia, consideran que el candidato republicano comenzó a atacar a los mexicanos como una manera de sobresalir en la carrera presidencial.

EL MAGNATE PERDIÓ UNA RONDA

Quiso ser socio del Club de Golf Las Cañadas

Guadalajara estuvo a punto de tener una franquicia de la marca Trump. En 1993, el hoy candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos quiso ser socio del Club de Golf Las Cañadas a cambio sólo de prestar su nombre al lugar.

La propuesta la hizo el propio empresario estadounidense durante un juego de golf al que fue invitado por Millenium tras una conferencia. Trump se enfrentó al jugador profesional de golf Enrique Castellanos, quien lo superó con facilidad.

“Se puso celoso por la lección que le puso el máster Castellanos y terminó quedándose dos días más a jugar golf”, comentó Carlos Cortés, uno de los fundadores de la hoy extinta asociación civil Millenium. “Eso habla de la frivolidad de su comportamiento”.

“Le gustó mucho el campo. En aquel tiempo tenía tres de handicap y se le armó un force muy interesante con profesionales”, recordó por su parte Luis Larios. “Estuvo dos días yendo a jugar con nosotros. Se acercó conmigo y me dijo que le interesaba ser socio accionista del fraccionamiento”.

Larios explicó que se armó una presentación al empresario estadounidense con cifras y para darle cuenta de la situación del fraccionamiento. “Vio el fraccionamiento, el campo y todo. En el momento que tuve oportunidad de verlo en Nueva York nos hizo el ofrecimiento para participar en un porcentaje a cambio de que se llamara Trump Las Cañadas”.

El empresario indicó que rechazaron su propuesta pues iba en contra de la filosofía de la sociedad accionista del fraccionamiento. “Para nosotros Trump no era una marca, era un empresario”.

Veía a los mexicanos con admiración

Cuando Donald Trump visitó Guadalajara para dar una conferencia ya usaba las técnicas que lo han destacado: venderse como marca. Fue la impresión que dejó a los asistentes.

Carlos Cortés, uno de los fundadores de Millenium, vio en Donald Trump a un ser altanero, frívolo y con afán protagonista. “Dijo que había venido por ser el primer conferencista y no por los 70 mil dólares que se le pagaron”, recordó. “Que eso lo dijera en una asamblea de empresarios me dejó una triste impresión porque fue un desplante altanero en lugar de agradecer la distinción que se le otorgaba”.

Luis Larios, empresario local que acudió a la conferencia, opinó: “Desde entonces se veía como un sujeto repetitivo que buscaba vender su marca, que es Trump”. Y añadió: “Sigo teniendo la misma percepción de él, pero ahora se quiere diferenciar de los demás candidatos atacando a los mexicanos, aunque cuando vino se pronunció a favor y con admiración”.

“Es un showman: desde sus expresiones y como se peina. Es un maniquí porque el hombre está igual desde el 93. Lo que tienen hoy ahí es una marca, no un ser humano”.

Aurelio López Rocha, empresario y también fundador de Millenium, indicó que desde entonces Trump entendía el poder de la marca.

“Era un hombre exitoso, pero también controvertido. Desde entonces con ideas disparatadas”, señaló López Rocha. “Habla en la conferencia que él ve muy difícil que un personaje tan controvertido gane una elección. Yo espero que eso sea un buen pronóstico y que no sea elegido. Sería terrible que manejara un país con tanta frivolidad”.

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