Los trabajadores poco saludables impactan los costos empresariales

CIUDAD DE MÉXICO (03/MAR/2014).- Las empresas en México operan con trabajadores poco saludables. Y cómo no, si uno de cada dos empleados es obeso, uno de cada tres tiene colesterol alto, uno de cada cuatro fuma, 30% está deprimido, 20% padece presión alta y 12% diabetes, según la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh).

Ante este panorama, las condiciones generales de los trabajadores han obligado a las firmas a incorporar prácticas en salud para disminuir los riesgos de sus colaboradores, así como los impactos negativos por costos superiores a 5% en las nóminas por ausentismo laboral.

En su libro “Mejores prácticas de salud en RH 2013”, la Amedirh comparte la experiencia de 19 empresas que han mostrado buenos resultados en favor de la salud de sus empleados.

Entre esas empresas citó a Banorte/IXE, Comercial Mexicana, Dupont, Liverpool, Manpower, Pepsico, PwC, a las que se han sumado la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Infonavit.

Datos de la empresa AON Hewitt refieren que una de cada seis organizaciones utiliza los planes de salud como parte de la estrategia de atracción de talento.

“Cuando un programa de salud está bien diseñado e implementado disminuye los costos médicos, aumenta la productividad y las empresas no son las únicas favorecidas, pues el capital humano reconoce y aprecia sus beneficios”, indicó Mónica Cecilia Ham, directora adjunto AON Hewitt en Salud.

Agregó que en el caso de los días perdidos por incapacidad es distinto pues cuando un empleado tiene obesidad se pueden perder hasta 183 días, mientras que en personas de peso normal el ausentismo por esa causa es de 14 días anuales.

Los expertos destacaron que la mitad de las enfermedades se relacionan con un estilo de vida deficiente y éstas se podrían evitar hasta en 80 por ciento.

Humberto Gracia, director médico de General Electric (GE), expuso que desde 2009 intensificó las acciones para mejorar la salud de sus trabajadores a través de educación y prevención, nutrición, programa antitabaco, actividad física, manejo de estrés, evaluación de riesgos de salud y ambiente seguro y saludable. En consecuencia, se redujo en 25% el ausentismo en los últimos tres años.