GUADALAJARA, JALISCO (11/FEB/2017).- Desde el arranque del encuentro las diferencias fueron muy marcadas entre uno y otro equipo. Atlas salió a buscar pelotazos sin ton ni son, mientras que el Guadalajara intentó siempre salir jugando, tener la posesión de balón lo que a la postre le dio como beneficio generar peligro en el arco de Óscar Ustari cuantas veces quiso y al final, logró el objetivo, ganó 2-1.El Guadalajara cumplió lo mencionado durante la semana, aumentó la paternidad a 10 partidos sin perder jugando “en la casa” del zorro. Chivas en el primer tiempo marcó los dos tantos del triunfo, pero bien pudo haber hecho cuatro con baile incluido.Otra diferencia marcada, fue la actitud. Chivas jamás bajó los brazos, atacó, buscó por fuera cuantas veces pudo, ante un Atlas pasivo, que conforme pasaron los minutos y recibieron los goles, se entregaron y todavía no terminaban ni el primer tiempo.Ha sido el peor partido del Atlas en su casa, sin propuesta futbolística, sin amor a la playera y sin distinguir que se estaba jugando un Clásico tapatío. El zorro le faltó al respeto a su afición, no mostró orgullo deportivo y Chivas lo aplastó, porque en 39 minutos, terminó con el semestre invicto que tenía el rojinegro en el Estadio Jalisco.Otra diferencia, es que Matías Almeyda salió con los mejores al campo, Alan Pulido estaba con cansancio muscular y se quedó en la banca, mientras que José Guadalupe Cruz prefirió mantener en la banca a Fidel Martínez, el mejor socio de Matías Alustiza. El “Profe” al ver que su equipo estaba perdido en el primer lapso, jamás realizó un movimiento buscando que reaccionara su plantilla.Una diferencia más, es que Chivas demostró lo que dice el valor de su conjunto de jugadores, que son mucho mejores en talento que el Zorro, equipo que intentó jugarle de poder a poder y al final, terminó haciendo el ridículo, porque nadie de los presentes en el Estadio Jalisco, se dio cuenta a qué intentó jugar. Al Atlas en varios lapsos del partido, el rojiblanco le puso un baile y el local jamás pudo responder, tenía ganas pero le faltó calidad futbolística e idea para atacar.Al final los dos salieron como entraron al campo. Atlas con la cabeza abajo, sin actitud, disperso, jamás se dio cuenta que había terminado el Clásico, su “Fiel” se quedó esperando que por lo menos fueran a agradecer el apoyo; el “Rebaño” salió con la cabeza en alto, tal como entró al campo, confiado de su calidad y agradeciendo a su porra.Almeyda le ha tomado la medida al zorro, en cuatro enfrentamientos no ha perdido ninguno. Suma tres triunfos por un empate y la paternidad aumenta: no pierde en el Estadio Jalisco desde el 2013.EL INFORMADOR / Alejandro Ramírez
