Matt Biondi, torpedo eterno

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUN/2016).- Después de Mark Spitz, la natación se quedó sin un referente que consiguiera hazañas como las que el norteamericano realizó en los Juegos Olímpicos de Múnich, en 1972.

Sin embargo, en los juegos de Los Ángeles 1984, una nueva figura sobre las aguas comenzaba a surgir.

Se trata del “Torpedo de Moraga”, como se le conocía a Matthew Nicolas Biondi, precisamente por el lugar en el que nació, en la comunidad de Moraga, en California, Estados Unidos, además por su gracia y velocidad al momento de nadar.

Biondi se convirtió en el heredero de las glorias de Spitz al acumular 11 medallas en tres participaciones en Juegos Olímpicos, ocho de las cuales son de oro, dos de plata y un bronce.

El californiano nacido el 8 de octubre de 1965 inició con su aventura en la natación a la edad de cinco años, pero fue hasta sus años de preparatoria cuando comenzó a deslumbrar sobre el agua, sobre todo en su país, pues en su último año de preparatoria ya era poseedor del récord nacional a este nivel en la prueba de los 50 metros estilo libre, un tiempo de 20.40 segundos.

Su atleticismo y resultados le valieron para ganarse una beca en la Universidad del Sur de California (USC), donde formó parte del equipo de natación y también del equipo de waterpolo, combinando de manera excepcional ambas disciplinas; inclusive, en esta última, fue parte del equipo que fue campeón nacional en 1983.

Como nadador, Biondi llegó a las finales colegiales en 1984, pero le bastó para ganarse un boleto a la justa veraniega de Los Ángeles, ese mismo año, clasificándose al equipo de relevos 4x100 estilo libre, que en dicha justa se llevó la medalla de oro, dejando un registro de récord mundial en las finales.

Tras este primer éxito olímpico, Biondi regresó a USC para coronarse de nuevo con el equipo de waterpolo y en 1985 ganó el primero de sus ocho títulos individuales de natación colegial. Se ganó la distinción del mejor nadador de la NCAA durante tres años consecutivos (1985, 1986 y 1987), lo que daba a entender que en los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988, no decepcionaría en la alberca.

Y así fue, pues en los Juegos en territorio coreano, el nadador estadounidense se llevó todos los reflectores al colgarse siete medallas en total, cinco de ellas de oro, una plata y un bronce. En sus cinco títulos olímpicos en Seúl, Biondi rompió récord mundial en cuatro de ellos, tres en las pruebas de relevos (4x100 libres, 4x200 libres y 4x100 estilos), además de uno individual, en los 50 metros estilo libre; el quinto oro para Biondi llegó en los 100 metros libres, la plata en los 100 metros mariposa y el bronce en los 200 metros libres.

Barcelona 1992 sería la última participación del “Torpedo de Moraga”, justa en la que sumaría otras tres medallas, para llegar a 11 en total en su carrera como nadador olímpico. El estadounidense formó parte del equipo campeón en los relevos 4x100 libres y en los 4x100 de estilos; una medalla de plata individual llegaría, ésta en los 50 metros libres, donde no pudo refrendar el título olímpico.

Además de sus medallas olímpicas, Biondi, sumó seis títulos mundiales de natación en sólo dos participaciones, éstas en Madrid 1986 y en Perth, Australia, en 1991. Después de retirarse, se mudó a Hawaii, donde procreó una familia y donde se ha dedicado a ser maestro frente a grupo y entrenador de natación, además, en 2014 inició en su natal California un evento anual para nadadores masters.