Lunes, 18 de Marzo 2024
Deportes | Los beisbolistas se mostraron nerviosos y agradecidos ante más de 50 mil admiradores

Maddux, Glavine y Thomas ingresan al Salón de la Fama

Los beisbolistas se mostraron nerviosos y agradecidos ante una multitud de casi 50 mil admiradores

Por: AP

Tom Glavine (i), Frank Thomas(c) y  Greg Maddux (d). AP /

Tom Glavine (i), Frank Thomas(c) y Greg Maddux (d). AP /

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (27/JUL/2014).- Frank Thomas sollozó, Joe Torre ofreció disculpas por omitir nombres en su discurso y Tony La Russa reconoció que se sentía nervioso.
El ser elevado al Salón de la Fama de béisbol puede causar tales efectos, inclusive en figuras tan connotadas.

Thomas, los lanzadores Tom Glavine y Greg Maddux, así como los pilotos Bobby Cox, Torre y La Russa fueron consagrados el domingo en el templo de los inmortales de las Grandes Ligas; todos rindieron un homenaje a sus familias ante una multitud de casi 50 mil admiradores.

"No tengo palabras. Gracias por tenerme en su club", declaró Thomas, a quien embargó la emoción cuando recordó a su padre ya finado. "Señor Frank, sé que está viendo. Sé ciento por ciento que sin usted no estaría hoy aquí en Cooperstown. Usted siempre me guio, 'puedes ser alguien especial si perseveras'. Guardé esas palabras en el corazón, papá".

"Mamá, te agradezco todo tu amor de madre y tu apoyo. Estoy consciente de que no fue fácil".

Thomas, de 46 años, el primer jugador elegido al Salón de la Fama que fue bateador designado más de la mitad de su periodo como jugador, acumuló promedio de .301, 521 jonrones y mil 704 carreras impulsadas en su trayectoria de 19 años, en su mayoría con los Medias Blancas de Chicago.

Es el único pelotero en la historia de las Grandes Ligas que registró en siete temporadas consecutivas promedio de .300, 20 jonrones, 100 impulsadas y 100 bases por bolas.

Torre, como piloto y diplomático, tranquilizó al más exigente de los dueños, George Steinbrenner, y conservó la calma en medio de la locura del Bronx mientras contenía a todos los egos después de asumir el
timón del equipo en 1996.

La recompensa: 10 títulos de división, seis banderines de la Liga Americana y cuatro triunfos de la Serie Mundial en 12 años en los que restauró la imagen del equipo más triunfal del béisbol y la propia después de tres despidos.

Torre, el único piloto que acumula más de dos mil hits (dos mil 342) y más de dos mil victorias como piloto, fue el último de los oradores; antes de terminar hizo una declaración familiar.

"El béisbol es el deporte para toda la vida. No es perfecto, pero se siente como si lo fuera", declaró Torre, de 74 años, quien se disculpó después por haber omitido en su discurso a la familia Steinbrenner.

La jornada fue como un especial de reencuentro para la ciudad de Atlanta. Glavine, Maddux y Cox fueron parte integral de un sostenido ciclo de éxito de los Bravos. Salieron campeones de su división en 14 años seguidos y participaron en 15 playoffs, ganando el único título profesional de la ciudad en 1995.

"Me siento muy honrado de estar aquí frente a todos estos", dijo Cox. "A Tom Glavine y Greg Maddux, y al tercer miembro de nuestro gran tridente John Smoltz con toda honestidad diría que no podría estar aquí de pie si no fuera por ustedes".

Smoltz, quien trabajó en la transmisión del acto para la MLB Network y cuyo nombre estará en las papeletas de votación el año próximo, sonrió ante el elogio.

Maddux, ahora con 48 años, ganó 355 juegos y perdió 227, con una efectividad de por vida de 3.16 en 23 campañas con los Bravos, Cachorros, Padres y Dodgers. Ocupa el octavo puesto en la lista histórica de victorias. Dueño de un control hermético, ganó el Cu Young en cuatro años seguidos durante la década de los 90, con 17 campañas seguidas de 15 o más triunfos.

"Pasé 12 años en Chicago, 11 en Atlanta, y ambos fueron sitios muy especiales", dijo Maddux. "No podría estar aquí sin las experiencias en ambas ciudades".

La Russa, tercero en la tabla histórica de victorias como piloto con dos mil 728, por detrás solo de Connie Mack y John McGraw, ganó el premio al Manager del Año en cuatro oportunidades y conquistó 12 títulos de división, seis banderines de circuito y tres Series Mundiales con los Medias Blancas, Atléticos y Cardenales.

La Russa improvisó su discurso.

"Es algo incómodo porque yo fracasé como pelotero", dijo La Russa, quien debutó en las mayores como infielder en sus años adolescentes con los Atléticos de Kansas City en 1963 y apenas tuvo acción en 132 juegos en seis temporadas al batear para .199 sin jonrones.

Frank Thomas  Designado


“Una imponente figura en el plato y en el campo, combinó un poderoso swing y una excepcional vista para convertirse en uno de los bateadores más temidos. En cada uno de sus siete completas temporadas logró .300 de promedio, 100 bases por bolas, 100 carreras, 100 impulsadas, y 20 cuadrangulares, el único. Ganó consecutivamente el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1993-94, líder de porcentaje de embasado, base por bolas en cuatro campañas y conquistó el título de bateo en 1997. Un bateador de .301 de por vida. Cinco veces al Juego de Estrellas, con una excelsa producción de 521 jonrones y mil 704 remolcadas”

Greg Maddux  Lanzador

“Uno de los abridores más completos, consistentes y celebrados en la historia del juego. Primero en ganar al menos 15 juegos en 17 temporadas consecutivas, para encaminarse a lograr 355 victorias en su carrera, octava mejor marca de todos los tiempos y la segunda más alta desde los veinte. Único serpentinero con 300 victorias, tres mil ponches y menos de mil bases por bolas. Preparación, comando y estudio de los bateadores lo hicieron un lanzador mitad científico, mitad artista, ganador de cuatro premios Cy Young al hilo. Además capturó 18 veces el premio al Guantes de Oro”

Tom Glavine  Lanzador

“Abridor durable, dominante y engañoso, cuyo control, cambio de velocidad y colocación de los lanzamientos se reflejaron en 305 victorias. Quinto zurdo en llegar a 300 triunfos. Fue al Juego de Estrellas 10 veces, cuatro premios de Bat de Plata, dos ocasiones ganador del Cy Young y Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 1995, en la que lanzó una joya en el juego en que se coronó con Atlanta. Miembro de un equipo que capturó cinco veces el banderín divisional, liderando la Nacional en triunfos cinco ocasiones, incluyendo 20 victorias en tres temporadas al hilo. Inició 25 juegos en 20 campañas consecutivas, seis veces líder en aperturas de la Liga”

Joe Torre  Mánager

“Un faro de serenidad y de altura en la caseta, ganó dos mil 326 juegos, quinta mejor marca de la historia, dirigió en cinco décadas. Guio a los Yanquis a la postemporada en cada uno de las 12 temporadas que estuvo en el timón, ganó 10 títulos divisionales, seis campeonatos de la Americana y coronas de Serie Mundial en 1996, 1998, 1999 y 2000. Además piloteó a los Bravos a la postemporada en 1982 y Dodgers en 2008-09. Ganó el premio de Mánager del Año en 1996 y 1998. En 18 temporadas como jugador tuvo promedio de .297 y nueve veces fue al Juego de Estrellas y en 1971 fue el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional”

Tony La Russa  Mánager

Maestro de las maniobras, alineaciones y manejo de los relevos, guio a equipos a dos mil 728 victorias, tercera mejor marca. Guio a clubs a tres campeonatos en Serie Mundial (1989, 2006, 2011) y seis banderines, incluidos tres al hilo con Oakland de 1988-90. Cuatro veces Mánager del Año, se convirtió en el primer piloto en ganar el Juego de Estrellas en ambas ligas y segundo en conquistar la Serie Mundial con los dos circuitos. Su dirección en el juego seis de la Serie Mundial de 2011 impulsó a los Cardenales a un impensable regreso. Dirigió cinco mil 97 juegos, segundo entrenador con más de cinco mil partidos en la historia de los deportes profesionales en Estados Unidos”

Bobby Cox  Mánager

“Con una mano firme y una inquebrantable lealtad, condujo a equipos a 15 veces terminar como primer lugar de la división —14 en un lapso de 15 años— incluyendo cinco banderines de la Liga Nacional y la Serie Mundial de 1995. Cuatro veces Mánager del Año. También fungió como gerente general, ayudó a construir planteles ganadores. Sus consejos paternales lo convirtieron en un favorito en el clubhouse y le ganaron un respeto universal. Aclamado por su pasión y presencia, sus equipos superaron seis veces los 100 triunfos, encaminándose a dos mil 504 triunfos, cuarta mejor marca de la historia y un porcentaje de ganados de .556.”

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