Victoria del Tri pinta de nuevo la Minerva

GUADALAJARA, JALISCO (23/JUN/2014).- Ni cinco minutos pasaron desde que se decretó el fin del partido mundialista de la Selección Mexicana contra su homóloga de Croacia, cuando los carriles centrales de la Glorieta Minerva ya habían sido cerrados a la circulación. Los pitidos, trompetillas, cánticos de alegría y el sonar del cláxon ya estaban cerca, y en poco tiempo todos se unieron en las proximidades del monumento ícono del festejo tapatío.
 
Una estación de radio ya había instalado un entarimado para sonido. Algunos fieles del seleccionado tricolor decidieron quedarse allí para escuchar el espectáculo, pero fueron muchos más los que prefirieron dar vueltas y vueltas a la Minerva para gritar su alegría por cada gol anotado en el tercer partido de la Selección mexicana en el Mundial de Brasil. El ánimo que ganó la afición de Guadalajara fue tal, que ésta ya anticipa el destino que sigue a la Selección de Holanda: "van a probar el chile mexicano".
 
Una bandera gigante fue ondeada por decenas de aficionados, al tiempo que los vendedores de tejuino, elote, camisas y sombreros se acercaban a ellos para aprovechar la euforia. Un par de aficionados traía en manos una réplica de la copa del mundo, pero el hielo seco del que estaba hecha y los 50 pesos que costó no garantizaron que permaneciera en una sola pieza mientras se le abrazaba de alegría.
 
"El Chicharito y no me acuerdo quién: pero fue México el que metió los goles", gritaron dos jóvenes a quienes se les preguntó por la autoría de los tantos que colocaron arriba en el marcador al seleccionado de los tres colores en su encuentro contra Croacia. Tomar "cinco cervezas por gol" ya había nublado su memoria, pero no sus ganas de corear por el representativo nacional y su triunfo de esta tarde.
 
El consumo de alcohol fue constante, y hasta cierto punto tolerado. Algunas personas bebían cerveza mientras caminaban frente a los oficiales de la policía de Guadalajara que resguardaron la seguridad del festejo, sin ser molestados por éstos. Pero luego los uniformados comenzaron a invitar a todo el que bebía alcohol que lo tirara, o bien lo consumiera en un lugar no público.
 
Las camisas verdes, rojas y blancas pintaron la glorieta, que fue blindada con vallas metálicas antes del festejo. Policías, bomberos, ambulancias y agentes de movilidad se mantuvieron a la expectativa de la celebración y del flujo vial en las proximidades del monumento a la diosa romana. El andar de los vehículos se entorpeció sobremanera debido a la victoria nacional.
 
Cada cámara que se acercaba al sitio para grabar el entusiasmo que dejó el encuentro de hoy era rodeada por decenas de seguidores de la Selección mexicana: igual para corear el nombre del país frente al micrófono de las televisoras; cantar porras por la victoria; gritar el cántico de guerra contra el próximo adversario, o bien, aprovechar el que la FIFA decidió no limitar el grito que truena en el estadio tras cada saque de meta del portero rival en turno, para hacerlo sonar con fuerza.

Y la lluvia subió de intensidad, pero no ha ahuyentado a un solo apasionado tapatío.

Sin incidentes, los festejos continuaron hasta alrededor de las 21:00 horas.

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EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA