La policía no reveló la identidad del aficionado muerto e indicó que no ha habido detenciones relacionadas con el incidente."La familia Djurgarden está en duelo", señaló el club de Estocolmo a través de un comunicado. "No podemos describir en palabras cómo nos sentimos en este momento"."Sentimos un enorme vacío", publicó el Helsingborg en su página de internet, agregando que el fútbol sueco está "unido en la lucha" contra la violencia.La muerte ensombreció la ronda inicial de la temporada de la liga sueca. Políticos, jugadores y clubes exigen el fin de la violencia entre aficionados.Los enfrentamientos de "hooligans" siguen siendo algo común en Suecia, pero esta es la primera muerte vinculada a este tipo de violencia desde 2002, cuando un joven de 26 años murió en Estocolmo durante choques entre aficionados del AIK y del Gotemburgo.El sueco Fredrik Ljungberg, ex mediocampista del Arsenal, dijo a través de Twitter que la muerte del aficionado le "enfermaba".Henrik Larsson, ex delantero de los equipos Celtic, Barcelona y Manchester United, jugó para Helsingborg en la liga sueca y ahora es el técnico del club Falkenberg de segunda división. El estratega dijo al diario Expressen que la violencia debe parar."Es hora de que hagamos algo al respecto", reclamó Larsson. "No podemos enviar a nuestros hijos a los estadios y que no vuelvan a casa".El sueco Lennart Johansson, ex presidente de la UEFA, dijo que la violencia entre aficionados es asunto tanto de las autoridades de su país como del órgano directivo del fútbol europeo."Las fuerzas malvadas deben irse", dijo Johansson al Expressen. "Tenemos que contar con medidas más claras a través de una cooperación entre clubes, policía y autoridades".