Ayuntamiento tapatío niega fallas en operativo del Clásico

GUADALAJARA, JALISCO (23/MAR/2014).- El operativo de seguridad implementado la noche de este sábado para el juego entre Chivas y Atlas no falló puesto que se trató de una situación que se suscitó sólo en un área donde los fanáticos ya preveían agredir a los oficiales, justificó el secretario de Seguridad Ciudadana, Carlos Mercado Casillas: "El operativo estaba funcionando completamente, ni siquiera nos dieron la oportunidad de que el operativo trabajara en relación al punto, en cuanto los elementos llegaron fueron agredidos".

La agresión se presentó en una zona específica donde un grupo de antimotines intentaron calmar una trifulca entre propios aficionados de Chivas. Fue que los rijosos se fueron todos contra los oficiales a quienes superaban en número y tenían la intención de hacer daño. Además justificó que la seguridad en el exterior del estadio le corresponde a la policía mientras que dentro es competencia de la contratada por los particulares.

Esto incluye el ingreso de bengalas que fueron encendidas en la parte alta del estadio, las cuales traían consigo fanáticos que no fueron revisados al entrar por la fuerza en un "portazo" del que no fueron informados oportunamente.

En partidos comunes se envían unos 400 elementos a resguardar la seguridad pero ante las advertencias de la posibilidad de problemas entre las barras en esta ocasión se mandó a 750 oficiales, quienes estuvieron al resguardo de los alrededores del estadio y para dar apoyo a la seguridad privada que está a cargo de Clubes Unidos.

Investigador atribuye falla a particulares

Dante Haro, experto en temas de seguridad de la UdeG, coincidió con Mercado Casillas en el sentido de que no hubo falla en el operativo de la Policía sino en los protocolos de los organizadores: "Aquí creo que falló el apoyo de la seguridad privada. (...) Siento que lleva una responsabilidad muy grande, 80, 90% la parte interior".

El investigador explicó que Clubes Unidos es un ente particular, "la Seguridad Pública apoya en las inmediaciones, las entradas, corredores, las calles, pero en el interior se le pide a veces apoyo a Seguridad Pública cuando debe de corresponder estrictamente al ámbito de seguridad privada".

Y la seguridad privada no trata sólo de disolver trifulcas, sino de evitarlas. Esto se hace mediante un registro e identificación estricto de los integrantes de las porras; trabajo de inteligencia al ubicar a aquellos que son violentos y que sean vigilados siempre; sectorizar el área donde los colocan como se hace en otros países con enrejados y demás. En este punto Haro puntualizó que no es violentar los derechos de estos asistentes sino privilegiar la seguridad y bien de la mayoría, que son las familias que asisten a los juegos.

Estrictos filtros de ingreso y un ordenado desalojo de las porras complementan un protocolo adecuado de seguridad privada.

En su opinión, lo ocurrido servirá para afinar los protocolos de seguridad que se deben implementar o adecuar a los nuevos tiempos para los partidos de futbol.

EL INFORMADOR / SERGIO BLANCO