Giovani dos Santos, pieza clave para el Tri

RÍO DE JANEIRO, BRASIL (15/JUN/2013).- Pequeño hechicero de ébano nacido bajo el signo de la inmortalidad. Otro minuto de confianza por parte de José Manuel de la Torre bastará a Giovani dos Santos para marcar otro hito teñido de verde, blanco y rojo.

Hombre clave en el título mundial Sub-17 de 2005 y para la obtención del oro en los Juegos Olímpicos Londres 2012, el todavía jugador del Mallorca se convertirá en el primer mexicano que participa en los máximos eventos a los que aspira la Selección Nacional, en todas las categorías.

Además de esos certámenes en los que contribuyó para ser monarca, Gio ha jugado el Mundial Sub-20, así como las Copas de Oro y América. También integró el plantel con el que Javier Aguirre encaró el reto llamado “Sudáfrica 2010”.

Lo único que falta a su extensa hoja curricular es la Confederaciones, requisito que cumpliría de forma inmejorable: en la tierra de su padre (Zizinho), sobre el césped del mítico estadio Maracaná y ante la tetracampeona mundial, Italia.

“Siempre he comentado que es un orgullo para mí jugar con la Selección”, ha expresado en varias ocasiones el chico, recientemente cuestionado por el bajo nivel mostrado contra Jamaica, Panamá y Costa Rica. “Cada que vengo doy mi máximo esfuerzo para ayudar a que se consiga lo que nos proponemos”.

No sería la primera vez que juega ante la Squadra Azzurra a nivel mayor. Lo hizo hace poco más de tres años, el 3 de junio de 2010, en el estadio “Rey Balduino” de Bruselas, Bélgica. Participó 52 minutos, en la victoria de los entonces hombres del Vasco (2-1), única sobre la Nazionale en 11 confrontaciones (cuatro igualadas y seis reveses).

Con la Sub-17, recibió el Botín de Plata, como segundo mejor futbolista del campeonato, en el que dio una asistencia. Dos años después, en Canadá y con la Sub-20, le marcó a Gambia, Portugal y Congo, aunque el Tri fue eliminado en cuartos de final por Argentina.

Pese a que no jugó el cotejo por la presea áurea en los XXX Juegos Olímpicos, su labor fue determinante para que los chicos de Luis Fernando Tena llegaran a lo más alto del podio. Le hizo dos anotaciones a Gabón y una muy valiosa a Senegal, ya que fue en los tiempos extra.

En su, hasta ahora, única experiencia en Mundial a nivel absoluto no brilló, pese a ser titular en los cuatro duelos de la Selección Mexicana. Acumula 62 encuentros con el representativo mayor (55 como titular) y 14 goles anotados, la mitad en partidos oficiales. Ninguno como aquel en la final de la Copa de Oro de hace dos años, cuando le escondió la pelota al meta Tim Howard, de Estados Unidos.

“Quiero lograr cosas importantes con la Selección”, ha insistido. “Ojalá que se nos puedan dar las cosas”.

Mucho depende de los trucos que emanen de sus mágicos pies, esos que ostentan un bagaje sin precedentes para un seleccionado mexicano.