Hubo tres para lucir, pero

Madrid, España. Novena corrida de San Isidro. Lleno hasta la bandera, incluyendo viento y frío que se dejó sentir toda la tarde, molestando a todos, principalmente a los toreros que estuvieron desconfiados -- a parte del momento en el que cada uno de ellos atraviesa --, y al público, que esperamos que ya el clima vaya cambiando.

Se esperaba más del encierro de Alcurrucén con el encaste de Núñez, cuando manifestó desigualdad por cuanto a presentación, con la característica de lo variopinto de capas, saliendo lo mismo coloraos ojo de perdiz, que castaños ojalaos, pasando por negros jirones, alguno calcetero, coletero y lucerillo, con un sobrero de El Torreón, de los que sobresalieron los corridos en cuarto y sexto lugares, con un quinto que presentando ciertas complicaciones, tuvo la cualidad de transmitir con emotividad, resultando los tres, desaprovechados por sus matadores.

Si bien fueron al caballo, varios acusaron flojedad y falta de brío. Escribo lo anterior, porque tal vez en manos más maestras hubiesen lucido en lo que merecían, toda vez que los tres alternantes, cada uno con su condición personal con la que definen sus momentos, les faltó para imponerse e irse pa’álante.

Vi a un Uceda Leal displicente y anodino, dejando permanentemente en manos de su cuadrilla la lidia de sus toros, con capotazos de más y sin causa ni motivo.

No lució llevándose el cuarto que merecía, pero falto de ambición, de entrega y de ánimo, cayó en la vulgaridad en una actuación deslavazada, sin trazo ni plan, escuchando silencio en uno y pititos en el otro tras andar breve con la espada.

Manuel de Jesús "El Cid" tuvo que hacer un esfuerzo extraordinario para dejarse ver en una plaza que le consiente y aprecia. A momentos en el quinto, daba la impresión de remontar, pero. Pero el bache largo por el que atraviesa, de nuevo se dejó sentir, acusando con el acero la deficiencia de quedarse en la cara y no pasarse en el embroque, pinchando en el segundo y cobrando entera traserilla y desprendida. Habrá que verle en la otra qué tiene el martes 18.
 
Miguel Tendero, que tan grata impresión dejara el pasado ferial cuando se hizo matador, ahora ha puesto de manifiesto que necesita curtirse mucho más. Más rodaje, pues, cuando en su actuación ha mostrado cierto verdor; escribiendo a su favor que puso afición y deseos, pero también dejó ver que falta dominar el oficio.

Con el estoque es de los matadores de los que digo que: No entran a matar sino. Sino a ver si matan, ya que le falta torear con la mano del engaño al hacer la suerte, pinchando y recibiendo silencio en sus dos. Hay camino por andar. Mucho trecho por recorrer. A corregir errores, que valor sí que tiene.

Para hoy 15, día del Santo Patrón de Madrid, San Isidro, cartel bien rematado; de los pocos, muy pocos, poquísimos que se pueden decir "de lujo" del ciclo, con toros de Garcigrande y Domingo Hernández para Julián López "El Juli", Sebastián Castella y Daniel Luque, que la tiene difícil tras su fracasada encerrona del Domingo de Resurrección en esta misma plaza, y su mal paso en Sevilla.

A verles, pues, deseándoles la mejor de las suertes.

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