Sábado, 20 de Abril 2024
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¡Perera, a la cumbre!

De los Toros con verdad, Por Francisco Baruqui

Por: EL INFORMADOR

Madrid.- Una de las satisfacciones grandes que da el hacer crítica taurina es, a no dudar, la respuesta que uno encuentra en la opinión de aficionados y lectores. Después de escribir mi columna con la histórica e inconmensurable actuación de José Tomás, al abrir mi ordenador me llevé la grata sorpresa de recibir numerosos correos de amables lectores que mis letras siguen a lo largo de toda la feria isidril y la de aniversario, haciéndome comentarios que me llenan de orgullo como crítico mexicano que soy, al tiempo mismo que a mi llegada a la plaza, también varios aficionados me abordaron para darme la enhorabuena con emocionante efusividad. Para todos ellos vaya mi reconocimiento y gratitud. Gracias por sus conceptos, muchas gracias, así…

Así a la entrada del coso, luego de lo de ayer, se seguía sintiendo ambiente grande. Pletóricos los tendidos con otra de “no hay billetes” y el nombre del de Galapagar en boca de todos, como el entusiasmo y el ánimo por el cartel de esta tarde azulada, clara y sin viento, tan atractivo como rematado, que ilusionaba.

Otra corrida con hierro y divisa de Núñez del Cuvillo con ejemplares en diferentes tipos como lidias de contraste en unos, primero y segundo, con los restantes que dieron juego interesante acudiendo al caballo con prontitud y entrega, peleando con celo, llegando al tercio último con condiciones destacables de claridad, viaje, desplazamiento en los recorridos con nobleza, fijeza y son, rebozándose el tercero y el quinto, astados de gran calidad y manifiesta clase que habrán dejado contento al criador.

Con toros así y tres alternantes con la determinación por delante con personalidades propias, con sello y contraste en las expresiones artísticas, hizo que la corrida luciera con brillantez con la proyección de un torero, Miguel Angel Perera, que se ha lanzado, ni con más ni con menos, a la cumbre misma.

Estando en matador de toros con el complicado segundo con el que mostró un oficio de sobra aprendido y una voluntad determinante pero sin respuesta del burel, con el quinto…

Con el quinto el joven matador de empaque torero lo bordó…

Fácil con el capote, sembrando los pies en la arena ha hecho un quitazo por gaoneras, — de las más ceñidas, templadas y limpias que recuerdo cuando entre toro y torero apenas la tela de la capa cabía —, arrancando la ovación de estruendo haciendo sentir a los concurrentes lo que vendría después y…

Y vaya que vino…

Brindis al respetable y clavando las zapatillas citando de largo en el centro del ruedo, dos cambiados por la espalda rozándole los pitones para rematar y yéndose de la cara, buscar, encontrando la distancia en estatuarios de pasmosa quietud sin enmendar para nada hasta en cuatro, rematando con el de pecho para el batir de palmas, para seguir en la realización de una obra artística que fue dechado de torera solidez en la que el toreo por abajo desbordado en su más elevada expresión de pureza y profundidad con ayudados lentos, lentísimos, deletreando los tiempos del pase en una gala del más excelso temple que daba soberbia despaciosidad y la explosión del remate de pecho de larga dimensión…

Luego la zarga en la izquierda en la que con naturales templadísimos, intensos, emocionantes por su profundidad y hondura como desgarramiento de inspiración de un torero, de un artista de excepción, que muy reunido, acompañando, embraguetándose de verdad y con el leve quiebre de la cintura en el mando de la elástica muñeca, plasmaba toda la belleza del pase fundamental de muleta con la fuerza toda de un sentimiento de torería sin par…

El público de pie luego de cada remate de pecho con mucho vacío, pasándose los astifinos pitones por las chorreras de la blusa a la hombrera contraria… Qué sensación… Qué impacto… Cuánto arte, en un faenón de altura para el recuerdo que allí quedó y...

Y recibiendo un aviso, perfilándose muy en corto, fija la mirada en lo alto del morrillo, Perera se fue tras de la espada como catapultado con el corazón por delante, estocada a toma y daca, atracándose de toro, hundiendo el acero en todo lo alto para ofrecer el bravo astado la belleza de una muerte que vendió cara, dobladas las manos y sostenido por las patas con Miguel Angel sentado en el estribo a un lado, para cuando dobló, la plaza entera explotó en una nube de pañuelos blancos para que se le concedieran al torerazo las dos orejas y con ellas, la soñada puerta grande.

¡Vaya triunfo..! ¡Vaya artista..! ¡Vaya torero…!

Se esperaba también a Talavante luego de su triunfal actuación anterior. Y salió por el éxito aprovechando las condiciones del tercero, en una faena de limpieza, ligazón y gran temple llevando al burel prendido en los vuelos de su muleta, planteando su labor con estructura y trazo, en pases lentos, despaciosos, gustándose el torero y gustando, midiendo el trasteo al que imprimió cadencia y ritmo, mucho ritmo, metiéndose a los aficionados en un puño.

Cuando le vio la muerte al de Núñez, cuadrándolo e igualándolo, montando la espada se fue tras de ella alargando el brazo para cobrar entera que bastó ganándose una oreja de ley.

Seguro estoy que con el sexto buscaba la puerta grande que con otro apéndice la alcanzaría, solo que el noble ejemplar se le fue viniendo abajo logrando una faena que no remontó para con la tizona verse falto de determinación, como lo he señalado repetidas veces, no entrando a matar sino… Sino a ver si mata… Pinchando para aplausos.

Y cómo quiere la plaza de Madrid a “El Cid”. Roto el paseíllo lo sacó con palmas a saludar invitando el de Salteras a sus dos alternantes, algo poco frecuente en el coso matritense, cuando sobradamente ha cosechado importantes triunfos en la arena venteña.

Y venía de nuevo a triunfar sólo que en esta vez la suerte no le acompañó ya que se llevó lo menos destacable del sorteo, cuando el que abrió festejo resultó un burel incómodo y complicado con el que no lució, toda vez que con el cuarto que resultó mejor, consiguió Manuel cuajar dos series de naturales y una de ayudados con la diestra con el mando y temple que le son característicos, pero sin conseguir remontar. Y ahora sí, mató de estocadón hasta los gavilanes, — qué pena que no haya sido en su anterior actuación lo que le valió perder el trofeo —, haciéndose ovacionar.

Corrida pues, que dejó aroma torero, de un torero, sí, llamado a ocupar un sitial de privilegio que lanzará a Miguel Angel Perera, ni con menos ni con más, a la cumbre. Que así sea.

Y para mañana, toros de Santiago Domecq y Ana María Bohórquez para Uceda Leal, Miguel Abellán y Matías Tejela, tres que tienen de nuevo otra oportunidad para definir sus carreras, por lo que deberán de darse en pleno para situarse… Pero ya que…..

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