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Cultura | Grupos locales convencen a preparatorias de la ciudad en la búsqueda de nuevos públicos

Adolescentes responden a invitación para ir al teatro

Grupos locales consiguieron convencer a preparatorias de la ciudad en la búsqueda de nuevos públicos y en medio de una crisis con las taquillas

Por: EL INFORMADOR

La participación de nuevas generaciones, clave en la búsqueda de asistentes. EL INFORMADOR / M. Vargas

La participación de nuevas generaciones, clave en la búsqueda de asistentes. EL INFORMADOR / M. Vargas

GUADALAJARA, JALISCO (26/DIC/2016).- En el teatro local es muy extraño que un grupo independiente, así sea profesional, tenga funciones llenas, pero este año el Teatro Experimental de Jalisco vendió sus 280 localidades: filas de muchachos invitados a una función de seis de la tarde, para una experiencia de tres horas que incluyó una charla introductoria y una de cierre con los artistas.

Los invitados fueron estudiantes de preparatorias de la ciudad y los encargados de la invitación, integrantes de dos grupos profesionales que buscaban probar una forma diferente de atraer públicos. Respondieron profesores de escuelas como la preparatoria del Tec de Monterrey, el colegio Cervantes Loma Bonita y el Cedart José Clemente Orozco; dos de los actores son profesores en las últimas dos escuelas.

Y el resultado fue evidente: la explanada del teatro que administra la Universidad de Guadalajara, a un lado del Parque Agua Azul en la Calzada Independencia, se llenó de adolescentes y profesores. Con todo el ruido, la fiesta y los gritos que eso implica.

La obra en cuestión fue “Escurrimiento y anticoagulantes”, una lectura moderna de “Crimen y castigo”, de Fiodor Dostoievski, a cargo de los grupos Teatro Estudio, tapatío, y Teatro Nómada, de la Ciudad de México. Dirigida por Daniel Constantini, escrita por David Gaitán, presenta los dilemas éticos del joven estudiante Raskólnikov luego de que asesina a una usurera: cuatro actores representan a los confusos impulsos de su mente, entre el arrepentimiento y la ira. La obra ofrece un profundo juego de diálogos que mantienen a los espectadores al filo de la butaca a lo largo de su desarrollo.

Fueron tres horas orientadas a perseguir nuevos públicos, explicaron los artistas responsables. A la actriz y directora Paloma Domínguez, invitada para dar la charla antes de la función, le tocó enfrentar a la audiencia juvenil, explicarle que el teatro es distinto de otras artes y que sólo funciona si hay encuentro entre artistas y público.

“Yo espero que haya servido para dejar más claro qué es lo que ocurre en el teatro”, confió Domínguez después, en una entrevista en la que recordó que un grupo de 280 adolescentes es un reto para cualquiera. “Me siento muy protegida por mis compañeros; la dupla entre Teatro Estudio y Teatro Nómada incluye a gente formada y capacitada para ofrecer la energía necesaria para ese público; nos sentimos blindados: una energía menor, blandengue, haría ineficiente el espectáculo”.

¿Funcionó? Con el teatro lleno, los ingresos fueron mucho mejores para el grupo. Pero su apuesta va más lejos: si hicieron bien el trabajo, entre esos 280 adolescentes alguno volverá al teatro por su cuenta; y si la idea fue muy buena, quizá serán muchos más.

Las taquillas hacen crisis

Paloma Domínguez ha hecho teatro para adolescentes y niños, dado clases y experimentado con la gestión de espectáculos y festivales. En “Escurrimiento y anticoagulantes” fue asistente de dirección, pero también la encargada de la charla introductoria para los adolescentes de la función del 15 de noviembre. Y eso la ayudó a confirmar una sospecha: los teatreros deben buscar formas alternativas de financiar su trabajo, porque las taquillas dejaron de ser útiles.

“Yo cada vez tengo más reservas con dar temporadas de funciones; como actriz, me resulta muy poco remunerable, como gestora o directora, no se diga”, afirmó con certeza.

“A la luz del recorte federal al presupuesto del próximo año, por ejemplo, el esquema de la venta de funciones, que te ofrezcan una experiencia adicional, va a ser no sólo importante, sino imprescindible”.
Según Domínguez, dar funciones es importante para que las obras se vinculen con el público, pero no dan dinero, y de allí hay que pagar a los profesionales involucrados. Lo peor es que pocos buscan alternativas: “Estamos haciendo empresas que quiebran en cada ocasión”.

La prueba con Escurrimiento…, opina la actriz, obliga a diseñar esas alternativas, pues ese caso fue exitoso en buena medida por haber generado la buena relación con las escuelas. “Quizá tenemos que imaginar qué necesitamos o a qué profesionistas necesitamos”.

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