Peter Kuper teje puentes entre México y EU

GUADALAJARA, JALISCO (01/AGO/2016).- Es estadounidense, pero ama pintar a México; de hecho, promete que si gana las elecciones presidenciales Donald Trump, nuestro país se convertirá en su segunda casa.

Así es el ilustrador y escritor Peter Kuper, quien recientemente recibió el Premio Eisner 2016 a la Mejor Novela Gráfica, dentro de las actividades de Comic-Con (San Diego). El galardón honra la memoria del caricaturista Will Eisner. Establecidos en 1988, los premios son el máximo laurel especializado en los comics publicados en Estados Unidos.

La novela gráfica “Ruinas” (Sexto Piso, 2015) fue el libro que hizo merecedor del Eisner a Peter Kuper. Su trama y trazos retratan el periplo de una pareja que viaja desde Nueva York hacia el Sur de México, mismo trayecto que iconográficamente representan las mariposas monarca, también dibujadas por Kuper con coloridos tonos. En general, esta novela teje puentes entre México y Estados Unidos.

La escritura, la pintura, las revueltas sociales y el diálogo intercultural entre los personajes son algunos de los elementos que enriquecen la narrativa visual de “Ruinas”, el segundo libro de Peter con temática mexicana, luego de “Diario de Oaxaca”.

Vinculado a nuestro país al grado de haber vivido durante una temporada y haber aprendido español, Kuper es un visitante frecuente de México no sólo para vacacionar; sino también para presentar sus libros en la FIL u ofrecer talleres de ilustración y novela gráfica.

Además del más reciente libro de “Ruinas” y el “Diario de Oaxaca”, Sexto Piso ha publicado de Peter Kuper “El Sistema” y “Diario de Nueva York”, los cuales se suman a sus ilustraciones para “Alicia en el País de las Maravillas”, el clásico de Lewis Carroll.

A propósito del premio, Peter platicó con EL INFORMADOR.

— ¿Cuál fue tu primera impresión tras escuchar la noticia del premio? ¿Cuál es tu opinión de los premios en general?

—Shock, incredulidad. ¡Luego deseé que hubiera tenido preparado un discurso de aceptación! Me emociona recibirlo, en especial por “Ruinas”, ya que acercará a más gente un libro al cual le puse muchos años de esfuerzo. Si un premio tiene ese impacto, claro que estoy a favor

—Los comics y las novelas gráficas son cada vez más aceptadas en el “mundo literario”, ¿cómo sientes ese reconocimiento?

—Emoción, siempre creí que esto sucedería, eventualmente. Aunque ha sido un largo camino. Siempre necesitamos cuestionar los falsos muros que se construyen entre el arte “alto” y el arte “bajo”. Simplemente estoy agradecido de que viviera para verlo.

— ¿Cuánto ha cambiado la industria del comic desde que empezaste?

—De la noche a la mañana. El tipo de alternativa que hacía con mis amigos, un trabajo político y social, era muy desdeñado… Tanto que para verlo impreso, teníamos que publicarlo nosotros mismos (“World War 3 Illustrated”). Todo eso ha cambiado… Bueno, estoy mintiendo: todavía autopublicamos “World War 3” y lo hemos hecho así desde 1979; de hecho, estoy trabajando ahora en un nuevo número. Pero sí ha habido un gran cambio no sólo en lo que se publica a gran escala, sino también en la posibilidad de colocar esos materiales en bibliotecas y librerías, que se reseñen en publicaciones literarias serias y en periódicos.

—“Ruinas” es una novela gráfica que habla de las relaciones entre los humanos, pero también entre diferentes sociedades, ¿crees que las novelas gráficas ayudan a entendernos mejor? En un mundo que tiende a separarnos entre religión, frontera, “raza”.

—El arte en general, incluyendo a la música, teatro, cine, etcétera, ayuda a tender un puente entre las diferencias culturales y fomentar un mejor entendimiento y apreciación de las distintas personas y sociedades. Es de las mejores maneras de crear ese puente, y las novelas gráficas toman parte en esas acciones.

—Has publicado dos libros sobre México, ¿cómo es tu relación con el país ahora?

—Mi esperanza es que mi trabajo me conecte con México para siempre. Regreso cada año (cuatro veces en los últimos 10 meses). Lo siento como una segunda casa: lo único que quiero es que esa conexión crezca. Y si Trump gana, ¡es probable que se convierta en mi nuevo hogar!