Viernes, 26 de Abril 2024
Cultura | Busca relatar la historia de las danzas y vida de los habitantes indígenas de la región

Museo reune expresiones de cultura indígena de Tabasco

La exposición busca relatar la historia de las danzas y vida de los habitantes indígenas de la región, desde la época prehispánica hasta la actualidad

Por: NTX

La muestra recopila principalmente indumentarias y registros de bailes prehispánicos, así como objetos cotidianos. ESPECIAL / mexicodesconocido.com

La muestra recopila principalmente indumentarias y registros de bailes prehispánicos, así como objetos cotidianos. ESPECIAL / mexicodesconocido.com

VILLAHERMOSA, TABASCO (20/ABR/2015).- Las representaciones de bailes tradicionales y la forma de vida de las culturas indígenas de Tabasco se resumen mediante indumentarias y objetos musicales en seis salas del Museo de Cultura Popular "Ángel Gil Hermida".
 
En la calle Ignacio Zaragoza 810, a unos metros del centro histórico, se localiza la casa donada por el escultor Ángel Gil, quien fue contemporáneo y amigo del poeta Carlos Pellicer.
 
El recinto se abrió como museo hace 31 años, con el objeto de que los visitantes conozcan la historia de las danzas y la forma de vida de los antiguos habitantes de la región, y que aún se escenifican.
 
En la primera sala se exhibe la indumentaria de la Danza del Pochó, que se efectúa durante el carnaval en el municipio de Tenosique y que se remonta a una tradición anterior a la conquista española, al igual que el llamado Baila Viejo.
 
En el "Pochó" se representa al bien y el mal mediante personajes conocidos como cojoes, pochoveras y tigrillos.
 
La danza del "Baila Viejo" es originaria de la zona chontal de Nacajuca y se escenifica en los poblados de Tucta, Oxiacaque, Mazateupa y Guaitalpa, representado anteriormente en los velorios o como ofrenda al inicio de cada cosecha, en el que participaban sólo jóvenes castos.
 
El "Baile de Los Blanquitos" se presenta en Tenosique, en el carnaval, y es proveniente de El Petén, Guatemala, donde habitaban esclavos negros y se representa su liberación pintándose los cuerpos de blanco y una cruz negra en el pecho y la espalda.
 
De igual forma, están los bailes de tipo religioso como "David y Goliat", que se representa en Culico, Cunduacán, en honor a la Virgen de la Concepción. También el "Baile del Caballito Blanco" en Quintín Arauz, Centla y Tamulté de las Sabanas, en honor a San Francisco de Asís.
 
En ese espacio se muestran objetos como las máscaras que se utilizan en las diferentes danzas, así como de tipo musical, como conchas de tortugas, tambores, caracoles y un tronco hueco llamado tuncul, anterior al tambor y con un sonido similar a una marimba.
 
En otra sala se exhiben los utensilios de uso cotidiano de los chontales indígenas, como una trampa para pescar la pigua, una especie de langostino en la región, balanzas de jícaras para pesar los granos y frutos.
 
Además, están un cernidor o colador para sacar el 'shis' (asiento de grano molido) del pozol (bebida a base de cacao y maíz), entre otros objetos rudimentarios.
 
Una sala más se utiliza para exposiciones temporales, como la actual que corresponde a memorias del pasado del México Prehispánico, con réplicas de figurillas correspondientes a culturas como la Zapoteca, Tolteca y del occidente del país.
 
En encargado del Museo, Samuel Cornelio Bautista, mencionó que en la Sala de Barro se muestran los utensilios como tinajas, sahumerios, hornos, comal, ollas de diverso tamaño, usados por los chontales.
 
De igual forma, diferentes vestimentas de la mujer tabasqueña, con sus tiras bordadas y coloridas que hoy en día se representan en diferentes bailables y concursos. También, se exhibe una réplica exacta de una casa chontal o yokotán, construida a base de palos de jahuacte y techo de guano, con una cama de madera y un petate.
 
En su interior, un altar, el tapanco como segundo piso para guardar granos o productos cuando se registraban las inundaciones. Contiene un fogón con comal, canasto para frutas, el bux y las jícaras para la bebida, el metate donde molían el maíz, un cacaste tipo alacena para guardar las jícaras, un mortero de madera para apilar granos y una batea de madera.
 
Asimismo, en el patio de la Casa-Museo se localiza un árbol del jícaro o tecomate, que da un fruto leñoso y esférico, del cual se elaboran las jícaras, junto a una serie de 'pocitos' que datan de la construcción de la vivienda, que tienen incrustaciones de conchas.
 
En otra habitación del inmueble se habilitó una biblioteca con unos 200 tomos referentes a la cultura popular tabasqueña, así como poemas, así como enlace de internet, para quien quiera consultar esos temas.
 
Cornelio Bautista expuso que es una forma de salvaguardar el patrimonio inmaterial como son las tradiciones, las costumbres y lenguas. De igual manera, apuntó que se imparten talleres de flauta y tambor, así como charlas cada mes enfocadas a los temas de tradiciones y costumbres.
 

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