Juegos y un teatro que ilumina

GUADALAJARA, JALISCO (07/JUN/2014).- Imagínese a alguien que no puede imaginar. Alguien que no puede decir: “Juguemos a que tú y yo éramos…” ni es capaz de sentir emociones reales  o desarrollar sentido del humor. Cuando una persona vive con síndrome de Asperger, un conjunto de trastornos del desarrollo vinculado con el autismo, vive así. Ahora imagine que se trata de un niño de siete años: allí donde estuviera, la vida diaria sería difícil para él, pero también para todos los que lo rodearan.

Martín es un niño con Asperger y dos vagabundos que lo conocen saben que la vida es muy diferente en su entorno. La curiosidad de estos dos personajes es el pretexto para un montaje teatral dirigido a niños que se estrena hoy y tendrá su temporada debut durante junio y julio todos los sábados y domingos, a las 13:00 horas: 'Escondites', un texto escrito por el mexicano Hugo Abraham Wirth y llevado a escena por los actores Sofía Olmos y Manu García y el director Luis Manuel “Mosco” Aguilar.

'Escondites' no sólo es un debut; también es el primer encuentro profesional de estos tres artistas tapatíos y una oportunidad para experimentar. Para empezar, porque exploraron el síndrome de Asperger no sólo desde materiales especializados, sino también gracias a dos terapeutas tapatías que les permitieron convivir con niños afectados por este trastorno. Niños que no entienden los chistes, que no distinguen una metáfora, que no toleran que un desconocido los toque.

Escondites pretende rehuir los estereotipos sobre el Asperger y, sin embargo, descubrir el mundo alrededor de Martín. “Es un mundo muy complejo y lo vamos descubriendo con el público”, explica Manu García: “Usamos el criterio de ‘narradores deficientes’: nuestros personajes van describiendo lo que ven a partir de sus propios prejuicios”.

Eso significa que los vagabundos caen en el error de confiar en sus suposiciones, como hacemos los demás, añade el “Mosco” Aguilar: “Cuando descubren que están equivocados, la situación cambia: las mismas dudas que tiene el público son las que tienen los narradores”.

También emplean recursos como juegos con anteojos, que funcionan como máscaras para cambiar de roles durante la escena, algo que Sofía Olmos aprovecha para recordar lo que aprendió en un taller con la dramaturga Maribel Carrasco: para hablarle a un público de niños hay que hacerlo desde su punto de vista. Cambiar de roles, usar “máscaras” como los lentes del montaje, son recursos que permiten rehuir un punto de vista “pedagógico” y adulto. A cambio, el público tiene que meterse al mundo del Otro si quiere comprender por qué es diferente.

Y eso es el centro de 'Escondites': dos vagabundos y un público que, en sólo 50 minutos, tendrán que ir planteándose preguntas si quieren entender por qué Martín es distinto y cómo viven los que están alrededor de él. La aventura de interrogar la vida de este niño arranca hoy en el Teatro Experimental. Requisitos: que niños y adultos lleguen puntuales al teatro, pero también con mucha curiosidad.

• Las posturas de el “Mosco” y Manu

El espacio

Reconocido escenógrafo e iluminador, el “Mosco” Aguilar impulsa actualmente un laboratorio de experimentación para la escena bautizado Centro Centro, y para 'Escondites' aprovechó la experiencia: el escenario de la obra es una especie de mecano con el que los dos actores están jugando todo el tiempo. “Es un descubrimiento que hicimos durante el montaje a partir de una metáfora lindísima que hace Hugo Wirth entre la vida de alguien con Asperger y la vida interna de una tortuga, que se mete en su caparazón y de allí no sale; hacemos una especie de abstracción plástica de la concha de la tortuga y sobre eso trabajan los actores. Es como un Lego, y los niños ven cómo los actores arman esa estructura”.

La música

El joven Manu García apenas está concluyendo sus estudios profesionales en la Licenciatura de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara y tiene claro que lo suyo es el teatro para niños, sólo que en 'Escondites' le añadieron un factor de dificultad: mientras preparaba su personaje, también hizo la música del montaje, que se convirtió “en un factor muy importante para darle peso emotivo a lo que sucede”, explica su director. Manu añade: “He hecho música para otras obras, pero nunca actuando. Uso sonidos de acordeón y clarinetes, pero las primeras ideas partían de los juegos, así que usaba sonidos de juguetes, un ‘piano toy’, sonidos de cajita musical o de canción de cuna”. 

• Ni una receta, ni una moda: Sofía Olmos

Ganadora de un premio estatal a Mejor Actriz por un espectáculo de teatro para niños, recién invitada como representante de México a un congreso mundial y festival internacional en Polonia, Sofía Olmos forma parte de una corriente de artistas locales que insisten en el teatro infantil por su potencial tanto estético como comercial.

Hace unos 10 años que tal impulso coloca al teatro tapatío en el panorama nacional: ¿no será que sus impulsores ya empezaron a repetirse? ¿No es el teatro para niños de Guadalajara una fórmula, una moda o receta a la que los artistas locales vuelven porque les da trabajo constante?

Sofía no sólo responde que no: además subraya que es imposible que sea sólo una “fórmula”, porque el género le parece inagotable. “La infancia siempre existe, las generaciones que vendrán serán niños primero: ¿cómo estamos presentándoles el mundo? En nuestro país, por ejemplo, está toda la cuestión política, la de la violencia, la económica; si yo tengo siete años y vivo en Torreón, a lo mejor un día que me llevaban a la escuela vi a tres fulanos a los que mataron y dejaron colgados de un puente.

“Yo siempre he apoyado que haya teatro de todo tipo en Guadalajara. Por eso un niño puede ir a ver una obra de Disney al teatro y creer que allí está Blancanieves viva y bailando, ¿verdad? Pues también puede haber algo sobre un niño que hable de que un día, cuando iba a la escuela, vio a tres fulanos colgados de un puente. Ésa es nuestra realidad: no se trata de vernos dramáticos, pero tampoco de taparle los ojos a los niños. Está presente la preocupación de hablarles de lo que está pasando, desde su punto de vista.

“Hace varios años que empezó esto en Guadalajara y no veo que tenga fecha de caducidad. Yo quiero creer que sí estoy haciendo cosas distintas con cada proyecto. Sí tengo una preocupación por hablar acerca del Otro, de quien es diferente. El siguiente proyecto al que quiero hincarle el diente es sobre los niños de padres desaparecidos; en México hay muchos y nadie habla de ellos.

“Yo quisiera no repetirme, y abarcar todos los temas y a toda la gente, que no se quede en los teatros: ¡hay más niños en las colonias de allá! Sigamos haciendo teatro para niños, de una manera responsable, no para ordeñarles dinero a los papás. Y abarcar a todos los niños, ¿por qué no? Ése es mi sueño guajiro”.

TOMA NOTA

Al escenario

> “Escondites” se estrena hoy y se presentará los sábados y domingos a las 13:00 horas en el Teatro Experimental de Jalisco durante los meses de junio, julio y septiembre.

> Los boletos, disponibles en taquilla y a través del sistema Ticketmaster, tendrán un costo los sábados de 60 pesos (general) y los domingos de 80 pesos (general) y de 60 con descuento.