Viernes, 26 de Abril 2024
Cultura | Reúne piezas de artistas que él admiró además de suyas, de los últimos 30 años

Marco Aldaco reúne a sus amigos en torno a su obra

La muestra, que había ideado el arquitecto fallecido en febrero, abrió este jueves en el Museo de la Ciudad

Por: EL INFORMADOR

CONTEMPLACIÓN. Tríptico compuesto por Las dos ledas y el cisne, Geisha desnuda y Cuatro desnudos, de Aldaco. EL INFORMADOR /

CONTEMPLACIÓN. Tríptico compuesto por Las dos ledas y el cisne, Geisha desnuda y Cuatro desnudos, de Aldaco. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (04/MAY/2013).- La muestra Marco Aldaco La colección 1983-2013  se inauguró en el Museo de la Ciudad. Los asistentes atiborraron este jueves el inmueble para contemplar los óleos, la cerámica, el mobiliario en madera, la joyería, las obras de los artistas a los que el arquitecto admiraba  y que también eran sus amigos como Mariuca Etienne, Luis Valsoto, Rangel Hidalgo, entre otros.

El espectáculo que abrió la exposición estuvo a cargo del ensamble de música antigua Siglos Pasados, grupo de música medieval y renacentista dirigida por Enrique Flores. Desde el principio, el esfuerzo y la solvencia técnica de los músicos se ganaron los aplausos de los presentes. Flores tocó algunas de las piezas favoritas que Aldaco le pedía que tocara cuando el músico se presentaba en su casa. En el concierto, Flores definió al arquitecto como un gran admirador de la belleza.

Augusto Chacón, presidente de la Fundación Selva Negra, y gran amigo de Aldaco, fallecido en febrero pasado, destacó que para él sólo existía la belleza. En su obra cabía la inteligencia, la sensibilidad, el respeto por la sabiduría popular y una postura estética y ética sobre la vida y el mundo.

“Para él sólo existía la belleza que se manifiesta ubicua para quien está dispuesto a renunciar a encasillarla y a buscar lo más en ciertos sitios. Él accedía a ella con una dosis de humildad espiritual y humana, de esa a la que se llega después de contemplar el mar, una puesta de sol, o al tratar de inmiscuirse en el organizado caos de perfecta concatenación que la naturaleza arma en las selvas, en los bosques”.

Durante un recorrido por la exposición, Augusto Chacón, que por más de 20 años sostuvo una amistad con Aldaco, contó que el arquitecto creaba en estado de diversión y prefería plasmar animales en sus cuadros: “Cuando Marco te explicaba sus animales siempre hablaba de ellos divirtiéndose. Te contaba las historias. Le resultaba más fácil trasladar la alegría y la felicidad”.

A Marco Aldaco le gustaba pintar animales y hablaba más de su obra plástica que de su obra arquitectónica, dijo Chacón. La pieza más vieja de la exposición, creada en 1983, se titula Pájaro negro con tejabán; su última creación, de 2013, es un cuadro sin terminar que perfilaba los rostros de dos felinos.

En el cuarto dedicado a mostrar las obras que Aldaco tenía de otros artistas como Luis Valsoto y Jorge Martínez, Chacón se detuvo frente a un cuadro Naturaleza muerta, de Mariuca Etiene. Explicó que en ese cuadro “está la simpleza que Marco buscaba: colores limpios, una composición simple, como azarosa pero no tanto, mucha luz y paz”.

En el guión de la exposición, que dictó el pasado 5 de enero a Mónica del Arenal, directora del Museo de la Ciudad, Aldaco pidió que se mostrara su trabajo de los últimos 30 años. Los cuadros como Mamá gallina con pollitos fue uno de los primeros que pintó; en 2013 dejó inconcluso un cuadro que aparece en la exposición con el título de S/T (Sin terminar), en donde destaca la forma de dos rostros felinos.

Martha Rico, viuda de Marco Aldaco y encargada de la museografía, afirmó que en su juventud, Marco Aldaco fue Premio Nacional de Acuarela. “Dibujaba hermoso. Primero dibujaba muy mal, pero encontró la forma de hacerlo,  porque desde chiquillo le gustaba mucho dibujar. Eso me platicaba”, dijo.

“Él cuando fue Premio Nacional de Acuarela me dijo que no quería dedicarse a ser acuarelista. En ese tiempo le compraban muchísimas acuarelas y dijo: ‘Yo quiero ser arquitecto, no acuarelista y quiero que me conozcan como Marco el arquitecto’”.

El arquitecto Eric Coufal, maestro de Aldaco en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara (UdeG), destacó la calidad con la que Aldaco participó en la arquitectura de costa, ya que “la introducción de la palapa se debe mucho a él. Fue un creador de ambiente muy variado”.

La exposición Marco Aldaco La colección 1983-2013  estará montada hasta finales de julio o principios de agosto.

PERFIL
Reconocido arquitecto

Marco Aldaco nació el 15 de octubre de 1933 y falleció el 24 de febrero, en Guadalajara. Su trabajo como arquitecto destacó dentro y fuera de México. Dejó huella en la arquitectura mexicana de costa, gracias a  que introdujo la palapa en sus obras. No permitía que se perdiera el contacto con el sol, la luna y la brisa. Uno de sus primeros trabajos importantes fue la construcción de la mansión para Gloria Guinnes. Otras de sus construcciones sobresalientes son la Casa El Divisadero, en Acapulco; Casa Aladino, en Colima; Casa Espinas, en el Estado de México; Casa Ojo de Agua, en Venezuela, etcétera. Aldaco trabajó para Aristóteles y Jacqueline Onassis, Guillermo Cañedo y Emilio Azcárraga Milmo. En el sitio de internet marcoaldacodesigns.com se resalta la comunión la obra de Aldaco armaba entre los espacios interiores y exteriores a través del uso de la cerámica de fabricación local y tejidos, además de muebles y murales que él mismo creó.

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