Jueves, 25 de Abril 2024
Cultura | Es uno de los eventos culturales más importantes de Marruecos

El libro infantil y el religioso triunfan en la Feria de Casablanca

Destaca la enorme presencia de los pabellones destinados a material infantil y didáctico, incluso en las editoriales no especializadas

Por: EFE

La competencia lectora en Marruecos se ve también acorralada por la falta de librerías. ARCHIVO /

La competencia lectora en Marruecos se ve también acorralada por la falta de librerías. ARCHIVO /

MARRUECO (07/ABR/2013).- La feria del libro de la ciudad marroquí de Casablanca, que termina hoy, se ha caracterizado un año más por una fuerte presencia del libro infantil y el religioso, en detrimento de la literatura de creación.

Instalada desde el 30 de marzo en el recinto ferial situado frente a la gran Mezquita Hasán II de Casablanca, la 19 edición del Salón Internacional de la Edición y del Libro (SIEL), uno de los eventos culturales más importantes de Marruecos, ha mostrado una vez más la pujanza de las editoriales libanesas, sirias o egipcias, que ofrecen productos más asequibles que las marroquíes.

Recorriendo los diferentes pabellones de la feria, destaca la enorme presencia de los pabellones destinados a material infantil y didáctico, incluso en las editoriales no especializadas.

Niños llegados en viajes organizados desde escuelas de todo el país, de primaria o secundaria, se despliegan en hileras por todo el recinto ferial, hojean los libros y los compran orientados por sus maestros, más preocupados por el orden de las filas y no perder a sus pupilos.

Como en los últimos años, otro protagonista de esta edición ha sido el libro religioso, como los clásicos de interpretación del Corán o de ciencias islámicas, distribuidos en grandes cantidades en diferentes pabellones de todos los países árabes donde se ve un vaivén constante de personas con barba larga y túnica tradicional, cargados de bolsas repletas de alimento espiritual.

Ahmed, un joven comerciante de 29 años vestido con una larga túnica islámica, comenta satisfecho que encuentra en la feria una oferta larga y diversa de libros de temática musulmana.

Distinta es la impresión del historiador marroquí Mostafa Ouachi, quien ha acudido a la feria en busca de libros de su especialidad sobre el Marruecos prehistórico sin encontrar nada y lamenta la escasa oferta de libros fuera de los infantiles y religiosos, explicable, en su opinión, porque las editoriales prefieren exponer lo que más vende.

Varios expositores coincidieron en que la afluencia de público esta edición ha sido menor que en años anteriores -a falta de cifras oficiales- y lo atribuyen al mal tiempo que ha hecho durante toda la semana en Casablanca, además del precio de las entradas (10 dirhams, 1 euro) que algunos encuentran disuasorio para el gran público.

Otros que han hecho una parada por la feria son visitantes que aprovechan la ocasión para buscar los libros que tienen que ver con sus estudios universitarios o su especialidad, pero no siempre encuentran lo que buscaban o se topan con altos precios.

Varias personas consultadas resaltaron la carestía de los libros, especialmente los de editoriales europeas y algunas marroquíes mientras que en las árabes, sobre todo las egipcias y libanesas, se ofrecen productos a precios más accesibles.

"Somos (los libaneses) pioneros en la producción del libro en el mundo árabe", explica Mohamed Moghnia, editor libanés que ha participado ya en varias ediciones de la feria casablanquesa y que precisa que su oferta consiste en obras de diversas especialidades, pero también clásicos de la literatura mundial en diferentes idiomas y con atractivos descuentos.

Hassan Ouazzani, director del Libro en el Ministerio de Cultura y Comisario de la Feria del Libro de Casablanca, reconoce que el libro marroquí sufre "problemas de producción y de distribución" que lo hacen menos competitivo que otras editoriales árabes.

Según datos del Ministerio de Cultura, Marruecos produce un total de 2.500 publicaciones al año de todos los ámbitos (creación y divulgación), con unas tiradas medias de entre 1.000 y 1.500 ejemplares.

A ello hay que añadir problemas culturales, como la pérdida del hábito de la lectura: de acuerdo con un reciente informe del Arab Thought Foundation (La fundación del pensamiento árabe), la media de lectura del ciudadano europeo es de unas 200 horas al año, mientras que la del árabe no supera los 6 minutos.

El director del Libro atribuye este fenómeno a "la falta de un mecanismo pedagógico" en la enseñanza pública que incite a la afición de leer, a lo que se puede añadir la escasez de bibliotecas, que no superan 400 en todo el país.

La competencia lectora en Marruecos se ve también acorralada por la falta de librerías, gran parte de ellas concentradas en Casablanca y Rabat, y el analfabetismo que afecta al 30 % de la población, pero alcanza el 50 % en el ámbito rural.

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