Sábado, 18 de Mayo 2024
Cultura | El mundo de la literatura está de luto

Réquiem para Antonio Tabucchi

El autor italiano falleció ayer de cáncer a los 68 años. Su funeral se llevará a cabo el jueves en Lisboa

Por: EL INFORMADOR

Antonio Tabucchi pasaba seis meses del año entre Lisboa y la Toscana. Tiene un libro todavía por publicar.EFE  /

Antonio Tabucchi pasaba seis meses del año entre Lisboa y la Toscana. Tiene un libro todavía por publicar.EFE /

LISBOA, PORTUGAL (26/MAR/2012).- Italia y Portugal perdieron a uno de sus mejores escritores: Antonio Tabucchi, quien falleció ayer a los 68 años en su querida ciudad de Lisboa, donde se forjó como uno de los escritores europeos más lúcidos de las últimas décadas y como un enamorado de la obra del luso Fernando Pessoa (1885-1935).

La desaparición de Tabucchi, víctima del cáncer, impactó tanto a su Italia natal como a Portugal, su país de adopción desde que en los años sesenta se rindiese fascinado a la misteriosa y angustiosa poesía de Pessoa. El funeral del escritor de La cabeza perdida de Damasceno Monteiro se llevará a cabo el jueves en Lisboa, según confirmó su viuda María José de Lencastre, profesora universitaria e infatigable colaboradora del autor.

“Antonio Tabucchi no era apenas el amigo íntimo de Lisboa y de Portugal, el amigo íntimo de nuestra literatura, el gran divulgador de Fernando Pessoa; era el más portugués de todos los italianos”, subrayó en un comunicado el secretario de Estado de Cultura de Portugal, Francisco José Viegas.

Hijo único de un vendedor de caballos, Tabucchi nació en la provincia de Pisa el 24 de septiembre de 1943. El autor de Sostiene Pereira (1994) sintió un radical giro en su vida cuando descubrió casualmente un ejemplar del poema de Pessoa, Tabacaria, mientras paseaba junto al parisino río Sena.

Seducido por Pessoa, Tabucchi un entonces veinteañero, que estudiaba Filosofía y Letras en la Universidad de Pisa, decidió viajar en mitad del curso en un Fiat 500 a la capital portuguesa, donde sintió el embrujo de una ciudad envuelta en una misteriosa bruma marítima y en una cálida luz blanca. Desde entonces, se estableció un cordón umbilical entre el literato italiano y Portugal, que nunca más se rompió.

Empezó a escribir su primera novela, Plaza de Italia, en 1975. Este relato transcurre en su país natal. Ahí, Tabucchi revisa la historia de Italia a través de sus perdedores y elabora un retrato de tres generaciones de anarquistas toscanos, desde la época de  Garibaldi hasta la Segunda Guerra Mundial.

El éxito internacional le llegó en los años noventa con Sostiene Pereira, una historia sobre un tranquilo periodista cuya vida da un giro cuando contrata a un combativo joven. La novela pasó a la gran pantalla protagonizada por el legendario Marcello Mastroianni.

Además, es autor de una veintena de libros traducidos a unos cuarenta idiomas como El juego del revés (1981), Dama de Porto Pim (1983), Nocturno Hindú (1984), Réquiem: Una alucinación (1992), Se está haciendo cada vez más tarde (2001) y El tiempo envejece deprisa (2009).

Este escritor, profesor universitario y ensayista, tradujo al italiano al portugués Fernando Pessoa.

Por su obra recibió numerosos premios como el Francisco Cerecedo de periodismo en España; el Pen Club, el Campiello y el Viareggio-Répaci en Italia; el Prix Médicis Etranger, el Prix Européen de la Littérature y el Prix Méditerranée en Francia.

“Un hombre que vivió su tiempo con pasión y rabia”

“Fue una de las personas que más reflexionó sobre Europa y aquello que más sentido da a Europa, que es su cultura y su capacidad de dialogar con el mundo”, dijo  Francisco José Viegas.

Tabucchi estuvo comprometido políticamente en favor de la libertad y los derechos humanos, sus trabajos se mueven en el reino del asombro, del humor y de la ambigüedad a partir de observaciones agudas de la vida cotidiana, según la crítica.

Se caracterizó siempre por su conciencia reivindicativa, y fue muy crítico con el gobierno del presidente italiano Silvio Berlusconi; en 2008 fue demandado por el presidente del Senado, Renato Schifari, tras publicar un artículo en L Unita en el que preguntaba al político por su pasado, sus negocios y sus amigos; uno de ellos, el propio Berlusconi.

En otro gesto de denuncia, desistió de participar el pasado año en la Fiesta Literaria Internacional de Paraty (Brasil) por la decisión de las autoridades brasileñas de no extraditar a Italia al ex activista de extrema izquierda Cesare Battisti, condenado en el país transalpino por cuatro asesinatos.

“Un amigo, un compañero de ruta, un hombre que vivió su tiempo con pasión y  rabia, un intelectual europeo, un gran escritor nos ha abandonado”, comentó en  un comunicado su editor italiano Feltrinelli.

Tabucchi dejó un imborrable legado a las letras europeas debido a su singular narrativa y su constante lucha en pro de las libertades civiles.

POR SÍ MISMO

Pessoa

A Pessoa le debo, en primer lugar y principalmente, la fe en lo novelesco, porque a través de su poesía ha construido en realidad un universo novelesco.

La perfección no existe en la obra humana. Existe en la mística, en la religión, puesto que es una aspiración para alcanzar la perfección. Pessoa decía que el hombre es una carne inteligente, pero a veces enferma.

La democracia

La democracia es mejor que nada, pero también es muy frágil y muy paradójica. En el siglo XX muchos dictadores llegaron al poder gracias a la democracia y la cambiaron. Ésa es la fragilidad y la grandeza de la democracia y por eso mismo hay que vigilarla.

Europa

Hoy nuestra Europa es una basta comunión de países en los que la palabra libre, la información libre es la esencia misma de los valores democráticos, en los que la Carta Europea se basa. Con la clamorosa excepción de Italia. Podrá decirse que en Italia la libertad de información está asegurada. Es cierto, pero sólo formalmente.

La literatura

La vida a veces pasa en un soplo, pero otras veces qué difícil es pasar una tarde. Espiar la vida es una forma de competencia, pero la literatura es sobre todo la declaración de que la vida no basta; si bastara, no se escribiría. Pero la vida también nos está espiando, lo cual provoca una cierta inquietud.

La literatura participa de la vida. Ahora bien, una persona puede ser una persona magnífica y tener la gastritis; se puede ser una estupenda persona y un pésimo escritor; y se puede ser una persona muy antipática y ser un buen escritor.

Los libros

Los libros tienen raíces muy misteriosas, un falso recuerdo, una palabra, un diálogo... Son como una pintura que continúa fuera del marco.

La locura

Tenemos derecho a nuestra pequeña locura, a nuestra locura de bolsillo, autorizada, en este momento de locura universal. El siglo XX ha demostrado cómo puede llegar a ser de trágica la locura colectiva, así que debemos cultivar nuestras pequeñas locuras individuales.

El cine


También me interesa el cine sencillo, hecho con un cámara, un árbol, un cuadro y un membrillo. Cuando estoy melancólico, me consuela ver este filme para luchar contra esa brillantez que persigue tontamente todo el mundo.

El cine y la literatura se parecen mucho. Las películas cuentan una historia con desarrollo, y ésa es mi manera de ver la vida. La vida es para contarla, si no, no es nada. Y si no eres capaz de contártela a ti mismo, no digo escribirla, sino en tu interior cuando te acuestas por la noche, es que eres un enfermo mental.

El pensamiento

El pensamiento debe estructurar una realidad y exprimir un deseo, una invocación, una evocación. Creo que la única cosa que actualmente puede nutrir una corriente de pensamiento es la ciencia, con toda la ambigüedad que la ciencia presenta. Es curioso que lo diga yo, que soy un escritor, pero la ciencia tiene algo de seguro porque es experimental. Debemos observarlos y controlarlos, pero los científicos, por lo menos, explican el funcionamiento del mundo en términos reales, es decir, de la costra del mundo. Me viene a la mente Martin Luther King que sale a una ventana y dice “I have a dream” (tengo un sueño); el pensamiento expresado con la palabra. En la ventana de enfrente hay un señor que también tiene un sueño y además un fusil. Y gana.

El futuro

Hoy tengo que hablar del futuro. El futuro es una casualidad y en ningún modo es proyectable. En lo que a mí respecta, desde un punto de vista kantiano, el futuro existe en tanto que incluye el pasado. En este momento estamos viviendo un presente absoluto, eterno, y en este presente no veo mucha luz. Veo mucho ruido y mucha oscuridad. No tengo una bola de cristal. El futuro lo predicen los teólogos y los políticos, que repiten eso de: construyamos el futuro.

Textos tomados de entrevistas en El País

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