Desvelan La vida de T

GUADALAJARA, JALISCO (06/JUL/2011).- Todos los días hay preguntas que aparentemente no tienen una respuesta. ¿Quiénes somos y para qué estamos aquí? ¿Por qué nos tocó vivir en este tiempo y en este espacio? ¿Existe Dios? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Por qué, cuando pensamos que estamos mejor acompañados siempre sobresale el sentimiento de la soledad? “Los temas que le sobreviven al hombre de manera constante son la muerte, Dios, el tiempo y la soledad. Quizá sea esta última la que permite que el ser humano desarrolle su capacidad de asombro y con ello se haga preguntas y más preguntas sobre su misión en la vida, respuestas a cuyas preguntas pensamos que no tienen respuesta”… a menos de que escribamos una novela, como lo hizo Javier Ruiz de la Presa.

La vida de T, será presenta hoy en punto de las 19:00 horas en la librería José Luis Martínez, del Fondo de Cultura Económica, en Guadalajara. “Es un viaje filosófico que arranca de las cosas más cotidianas. Una vuelta a las preguntas fundamentales de la filosofía desde la sensibilidad y la introspección peculiar de un hombre sin atributos. Un personaje que vive entre la cultura hispana y la americana y que, sin proponérselo padece en sí mismo el destino de la cultura occidental. Un relato donde convive la evocación de un pasado cercano: la España prefranquista, la guerra y el destino posterior de su familia en América. Tres generaciones conviven aquí en la mirada de la intimidad. Una intimidad compleja donde se mezcla la perplejidad, el amor, la nostalgia de una vida que está en otra parte” cuenta el autor.  

Delgado, con unos anteojos que lo hacen ver más serio de lo que en verdad es, Javier Ruiz vive en una amplia casa situada en la colonia Paseos del Sol. Este hombre, poseedor de una gran biblioteca y un currículo basto que delata que ha pasado más de la mitad de su vida en las aulas. “Esta obra tiene que ver con mi persona. Es mi primera novela pero mi publicación número 35, y aun así tengo que confesar que en la novela me sentí mucho más libre que en los ensayos, porque es crear diálogos de personajes que no existen y que a la vez sí, también porque es una historia autobiográfica, lo que te da es que esas preguntas que te haces constantemente les tienes que dar una respuesta… sí, escribir también es una manera de encontrarse a uno mismo”, asegura.

La misión filosófica

Ruiz de la Presa escribe religiosamente y La vida de T es la muestra de ello: la novela tiene más de mil páginas. “Las preguntas más difíciles de la vida no están en las consecuencias de la muerte o la existencia de Dios sino en cómo encontrar una felicidad placentera en medio de la soledad. La angustia hizo que el hombre encontrara en la filosofía un nivel de vida digna donde sus pensamientos tienen un valor. Los filósofos no hacemos edificios pero sí ideas para habitarlo”, dice.

Por eso, cuando da clases, Javier le explica a sus alumnos que “la misión de la filosofía no es hacer dinero o hacer edificios, como los ingenieros. Todos tenemos una filosofía personal, lo que hacemos nosotros tiene que ver más con una búsqueda personal que, cuando lo publicamos, es compartida. Pero lo que buscamos nosotros no es una respuesta total o absoluta… simplemente una manera de vivir donde nuestras ideas tienen fuerza”.

Hoy por la noche, acompañado de Mauricio Beuchot, y del maestro emérito de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Fernando Carlos Vevia; Javier tiene un encuentro consigo mismo cuando presente La vida de T.
 
''Las preguntas más difíciles de la vida no están en las consecuencias de la muerte o la existencia de Dios, sino en cómo encontrar una felicidad placentera en medio de la soledad.'' Javier Ruiz de la Presa, autor de La vida de T

Javier Ruiz de la Presa, ayer, en su casa. a. camacho