El teatro debería de estar en la canasta básica del mexicano

GUADALAJARA, JALISCO (27/MAR/2011).-  Decir que el teatro es necesario en una sociedad como la mexicana, se ha vuelto un cliché, por eso a Mauricio Jiménez no le gusta dar entrevistas a menudo.

Dice que cuando el actor se arriesga en la escena es cuando de verdad aparece el instinto creador y deja de ser un “ejecutante” o un simple repetidor de libretos. Hoy, en el Día Mundial del Teatro, Mauricio Jiménez toma una pausa en su ajetreada vida para hacer algunas reflexiones sobre la situación del arte teatral en México.

Jiménez vino de visita a Guadalajara para impartir el taller “El actor como creador”, como parte de las actividades que la Secretaria de Cultura (SC) ha desarrollado por la celebración de la efeméride.

En el taller, Mauricio Jiménez ha encontrado “un grupo como los suele haber en muchas partes, compacto pero diverso, de personas que ven el teatro como un hobbie, pero también los que ven en él su única oportunidad”.

En  este curso, que fue impartido en el Foro de Arte y Cultura, el más serio y atento “es un joven de 16 años. Creo que ahí empiezan los aciertos de ciertas políticas culturales como la de ‘El teatro en la escuela’, de ahí han salido muchos jóvenes con talento”.

En los 20 años de carrera artística de Jiménez “me he topado con los artistas que no valoran su trabajo. Sienten que deben ser repetidores de los libretos que su director les da. Actúan para él y no para ellos mismos. A eso me he dedicado con estos talleres, a decirles que allá arriba del escenario uno no tiene que ser parte de un personaje, sino que uno debe ser un creador artístico que sienta y exprese lo necesario para corromper las almas de los espectadores”.

El público necesario

Una de las materias pendientes en 20 años de carrera que tiene Jiménez es entender al público. Incluso los llama “flojos e ignorantes”; y cuando uno le pide que dé argumentos él dice: “Sí, es cierto que tenemos mucho teatro en México, pero no el que te hace reflexionar. El teatro en México que triunfa es el de corte comercial y ese yo no lo hago porque ni siquiera lo entiendo”.

El culpable de que la calidad de las obras de teatro vaya de bajada “es en parte el dinero, pero también lo que afecta es el reconocimiento. Hay muchos actores que creen que haciendo fama ya todo su trabajo va a ser bueno y eso no es posible. Uno debe de entregarse por completo en cada obra en la que le toca participar”.
La televisión ha hecho su parte, Jiménez dice que “muchos actores se van por la fácil. Es como en todos lados, hay buenos y comprometidos y hay quienes ven en esto un trampolín. Ellos son los que demeritan la calidad del teatro en México, porque piensan que como todo mundo los conoce son buenos”.

Independencia antes que subsidio

Mauricio Jiménez cree que el teatro en México es un bien necesario, “que debería de estar en la canasta básica del mexicano” y que debería de ser subsidiado, porque “no conozco en el mundo teatro de autor que sobreviva sólo de las entradas. Es absurdo pensar que el gobierno debe dejar que el teatro comercial abunde, mientras nosotros no tenemos que lidiar con nuestros propios demonios”.

“El gran teatro es el que se instala en las catacumbas y puede hacer cosas de calidad con poco dinero. El mejor teatro que conozco es modesto desde su origen y no necesita de reflectores porque el reconocimiento lo enferma”.

Aun así, la independencia es necesaria en las producciones, por eso Jiménez es un hombre que comprueba todas las noches el porqué decidió la carrera de dramaturgo. “Hacer teatro es mucho más que hacer cine. A nosotros nos encanta ver la miseria humana y cómo va de bajada, es un procedimiento que nos encanta. El teatro es para eso, para horadar las circunstancias, necesitamos detenernos un instante para vivirlo. El teatro tiene tantas virtudes como seguro tiene debilidades”.
 Al final este actor, director y dramaturgo tiene algo que lo mueve .“En la realidad no existen los milagros, pero allá arriba, en el escenario, todo es posible”

Perfil
Un amante del arte dramático

Mauricio Jiménez nació en Cuautla, Morelos. Estudió Historia, Sociología, Actuación y Cine, y realizó distintos talleres en el interior de la República Mexicana y en la Escuela de Arte Teatral del INBA. Escritor y director de sus propios espectáculos, inició su carrera profesional con un monólogo basado en Sor Juana Inés de la Cruz. Ha dirigido varias obras de teatro que han sido invitadas a participar en distintos eventos y festivales nacionales e internacionales.

Ha sido premiado por la Unión de Críticos y Cronistas de Teatro por mejor dirección. Fue becario del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para realizar la puesta en escena Es más laberinto; con el apoyo del Fideicomiso México-Estados Unidos (Fundación Rockefeller, Fundación Cultural Bancomer, FONCA) escribió la obra Naufragios. Obtuvo dos Residencias Artísticas: para trabajar con el grupo Le Pluriel de Montreal, Canadá y participar con distintas compañías en The Kennedy Center for the Performing Arts, en Nueva York.

''El gran teatro es el  que se instala en las catacumbas y puede hacer cosas de calidad con poco dinero. El mejor teatro que conozco, es modesto desde su origen y no necesita de reflectores, porque el reconocimiento lo enferma''
Mauricio Jiménez,director y actor de teatro.