Viernes, 26 de Abril 2024
Cultura | A Torres Bodet le tocó la promoción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Recuerdan en la UNESCO a Jaime Torres Bodet

Ante la designación de una mexicana como subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, se recordó la figura de Jaime Torres Bodet

Por: NTX

MÉXICO.- Ante la designación de una mexicana (Pilar Álvarez) como subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, invariablemente se recordó la figura de Jaime Torres Bodet, nacido el 17 de abril de 1902, personaje que durante cuatro años fungió como director de ese organismo.  

A él le tocó la promoción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.  

El autor de 'Sonetos' (1949) fue un destacado intelectual y político, además de una pieza clave de la promoción cultural en México, donde apoyó la construcción de diversas escuelas y museos.  

Nacido en la Ciudad de México, siempre supo que quería destacar y muestra de ello es que a los 12 años ya asistía a clases de literatura en la Escuela Nacional Preparatoria.  

En 1918 escribió su primera publicación bajo el título de 'Fervor'.  

También fue aprendiz en la Escuela de Leyes y en la Facultad de Altos Estudios de la Universidad Nacional.  

Antes de los 20 años ya contaba con una acentuada capacidad e inquietud en el terreno de las letras, mismo que lo empujó a dar clases de literatura en la Escuela Preparatoria, donde luego fue secretario de la Dirección.  

Posteriormente dio un salto más grande al ocupar la secretaría particular de José Vasconcelos, en 1921.  

En la preparatoria conoció a otras grandes figuras mexicanas como Carlos Pellicer, José Gorostiza, Enrique González Rojo y Bernardo Ortiz de Montellano, poco después conoció a Salvador Novo y a Xavier Villaurrutia, con quienes conformó 'Los Contemporáneos'.  

Sin dejar de colaborar con ese grupo y su revista, Torres Bodet se dedicó a la vida diplomática en Madrid, España; La Haya, Holanda; París, Francia; Buenos Aires, Argentina; y Bruselas, Bélgica, donde vivió el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).  

En 1940 se convirtió en subsecretario de Relaciones Exteriores, pero tres años después desempeñó el cargo con el que más enriqueció al país, el de secretario de Educación Pública.  

Fue allí donde dio un impulso decidido a la campaña de alfabetización. Creó el Instituto de Capacitación de Magisterios, organizó la Comisión Revisadora de Planes y Programas, inició la Biblioteca Enciclopédica Popular y dio pie a la creación de nuevas escuelas como la Normal para Maestros, la Normal Superior y el Conservatorio Nacional.  

En 1948 fue designado director general de la UNESCO y 10 años después regresó como secretario de Educación Pública, por segunda ocasión, cargo desde el cual impulsó la condición educativa de México y fundó la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos.  

Asimismo, promovió la construcción del Museo Nacional de Antropología, del Museo de Arte Moderno, así como la adaptación del Museo de Arte Virreinal y el de Pintura Colonial.  

Publicó el libro 'Sonetos' (1949), aunque antes ya había dado a conocer otras publicaciones como 'El corazón delirante' (1922), 'Biombo' (1925), 'Destierro' (1930) y 'Cripta' (1937), por mencionar algunos.  

Jaime Torres Bodet, quien tenía una prótesis de vidrio en un ojo, debido a que en un viaje a Oaxaca se asomó por la ventana y un pedazo de carbón ardiendo salido de la caldera del tren se le incrustó, provocándole su pérdida, ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua en 1952.  

Fue un hombre serio y formal que contaba con una voz modulada que lo marcó como un gran orador, además de ser, al lado de Villaurrutia y Gorostiza, un excelente poeta y escritor, reconocido no sólo en el siglo pasado, sino en la actualidad.  

Fue autor de otros libros como 'Introducción de México y la cultura' (1946), 'La misión de la UNESCO' (1949), 'El escritor en su libertad' (1953), la primera parte de su autobiografía titulada 'Tiempo de arena' (1955) y 'Tres inventores de realidad' (1955).  

En 1958 le detectaron un cáncer maligno, sin embargo, ello no lo frenó para escribir otras obras como 'Maestros venecianos' (1961), 'Patria y cultura' (1964), 'León Tolsoi, su vida y su obra' (1965), 'Rubén Darío. Abismo y cima' (1966) y 'Tiempo y memoria en la obra de Marcel Proust' (1967).  

Torres Bodet dejó de existir el 13 de mayo de 1974, tras 16 años de soportar el dolor del cáncer, no sin antes cerciorarse de haber cumplido hasta el último momento con su deber.  

A su muerte, dejó un gran vacío en la vida literaria y cultural del país.  

Sus restos mortales fueron honrados en el Palacio de Bellas Artes y en la Secretaría de Relaciones Exteriores; actualmente se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres, como un reconocimiento de su labor en México y el extranjero. 

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