No tengo empacho en que llamen porno a mi nueva obra: Carpintero

CIUDAD DE MÉXICO.- El escritor, fotógrafo y artista visual Pedro Carpintero Ochoa (Ciudad de México, 1972), autor de 'Con veneno en la piel y un six de paraísos desechables', asegura convencido que no tiene empacho alguno si el público lector ve a su más reciente obra 'como una novela porno'.  

En entrevista, el guionista y fundador de la revista 'Placer total' explicó que llegar a la publicación fue un proceso muy largo, 'una gestación de nueve años en los que me topé con mil dificultades, hasta que, por fin, fue publicada en diciembre pasado por Editorial Fridaura'.  

La novela, expuso, nació de la idea de relatar una serie de vivencias que tuvo cuando fue profesor, durante siete años en el Conalep. 'Es un libro lleno de ironía que califico como una novela ‘pornoirónica’. El erotismo que maneja es intenso y me han dicho que bien podría entrar, sin adjetivos al territorio porno'.  

Al mismo tiempo, comentó el entrevistado, algunas personas le han dicho que se queda, simplemente, en el erotismo encendido. 'Cada lector calificará dónde la coloca, aunque yo no tengo ningún empacho en que la vean como una novela porno; lo que sí es claro, es que tiene muchísima ironía y sarcasmo', añadió.  

'Me gusta el humor negro. El protagonista vive en la urbe capitalina de hace nueve años. Es un personaje muy ridículo, burlón de sí mismo y autocrítico. Es una queja por su vida paupérrima, pues sobrevive dando clases cuando él se cree una persona que podría explotar su talento en un mejor lugar', destacó.  

Sin embargo y ante su situación, el personaje 'se las cobra con una dotación de encuentros sexuales a diestra y siniestra, y en su venganza, posee sexualmente a medio mundo. Es muy promiscuo y muy afortunado, porque tiene la suerte de encontrar mujeres que no valoran el status sino el desempeño en la cama'.  

Subrayó que su libro está dedicado a la gente sensible que tiene que sobrevivir trabajando en alguna u otra cosa. 'Es para ese sector de la sociedad que tiene que soportar un horario, políticas empresariales y un código de indumentaria, cuando quizá su esencia es completamente diferente a esas dinámicas', dijo.  

Al mismo tiempo, el libro está pensado para toda esa gente que ya se escuda en la ironía como en un ejercicio de sobrevivencia lúdica. 'La ciudad es difícil, pero se vuelve menos espinosa cuando se salpica con humor, pues ese escudo nos sirve a muchas personas para poder navegar y no naufragar tan fácilmente'.  

Por fortuna, dijo, el personaje nunca se le salió de las manos. 'El protagonista improvisó. Los mejores personajes son los que improvisan, y eso significa que el autor sí logró darle vida propia'. Reconoció, sin embargo, que al final de cuentas tuvo que censurar algunas cosas 'en aras de que fuera más difundible'.  

Por ejemplo, dijo, temas como la zoofilia, 'que se me hace muy reivindicable en muchos aspectos, pero siento que nuestra sociedad, si se escandaliza con bodas gay, 'qué dirá de una relación erógena con un animal como un perro o un gato! Nos faltan unos dos o tres años luz para empezar a degustar ese tipo de propuestas'.  

Informó que el libro se presentó en el Museo José Luis Cuevas, en diciembre pasado, y ahora irá a Ex Teresa Arte Actual.  

Durante esa presentación se incluirá un performance de su propia autoría, comentó finalmente el autor de  'Con veneno en la piel y un six de paraísos desechables', cuya texto de cuarta de forros realizó Armando Vega Gil.