La hermana

No pareciera que hayan reparado ni la Presidencia ni el Gobierno de Michoacán en las graves consecuencias que ha tenido, y tiene, su mala relación. Ya están metidos en un callejón sin salida. A la Presidencia no le salió el michoacanazo, por más que en el absurdo responsabilice a los jueces, y el Gobierno de Leonel Godoy no ha atinado a controlar, en la medida de sus atribuciones, a la afamada “Familia Michoacana”. La violencia y el temor están entre la población, mientras los delincuentes, ahora con revestimiento ideológico, tienen al Estado en jaque.

El mensaje filtrado de “La Tuta” muestra una cara no común entre los narcotraficantes. Por lo general, quienes dirigen los cárteles difícilmente terminan la primaria. En el caso de “La Familia Michoacana”, varios de sus dirigentes, con base en los perfiles que se han difundido de ellos, tienen grados escolares, e incluso han sido maestros, como “La Tuta”. El audio refleja una extraña e inquietante arenga, la cual toca el terreno político, lo cual puede ser ocasión de que “La Familia” sea un cártel con características diferentes.

La SEP, hasta ahora, no ha respondido con claridad por qué “La Tuta” estaba inscrito como maestro. Inicialmente se dijo que el asunto era responsabilidad del Gobierno estatal. Lo cierto es que al momento no queda claro, y más cuando hay indicios de que “La Tuta”, además de todo, estaba en el programa de estímulos de la SEP debido a que era “un buen maestro”. Estas decisiones no se toman en los estados, son directamente responsabilidad de la SEP. Existen también indicios de que un “zeta”, en otro Estado del país, también recibía los “privilegios” del programa.

Si los servicios de inteligencia no han detectado esta presunción, tendrían que cuestionarse sus métodos y sus capacidades.

Michoacán se ha convertido en una obsesión para el Gobierno federal. El hecho de que el Presidente Calderón sea originario del Estado, a estas alturas, no pareciera ser una razón suficiente.

Hemos escuchado de parte de varios michoacanos, dicho esto con ironía, que se ha creado en el Estado una comisión para demostrar que el acta de nacimiento de Calderón como michoacano es falsa.

Independientemente de que el ataque a “La Familia” forme parte de una estrategia del Gobierno federal, el factor político se ha convertido en una variable.

El coctel que se está formando en el Estado es de focos megarrojos. La política tiene enfrentados al Gobierno federal y al local. La hermana quiere ser gobernadora y ya actúa como candidata. “La Familia Michoacana” está ideologizando su acción criminal, y es evidente que en algunas zonas tiene arraigo; la mayoría de los dirigentes de “La Familia” son originarios del Estado. Los michoacanos están hartos de unos y otros, y mientras tanto, los muertos, la violencia, las amenazas y los temores se han apoderado de la vida cotidiana de los michoacanos en pleno fin de año.