Viernes, 17 de Mayo 2024
Entretenimiento | ¿Independiente o comercial?

Los contrastes de la producción musical

Presupuesto y talento son los temas a debate en la industria sonora nacional

Por: EL INFORMADOR

Luis de Llano y Álvaro Abitia son dos caras diferentes en lo que a la producción musical se refiere.  /

Luis de Llano y Álvaro Abitia son dos caras diferentes en lo que a la producción musical se refiere. /

GUADALAJARA, JALISCO (13/JUN/2012).- La producción musical en México puede ofrecer distintos escenarios. Todo depende del cristal, o mejor dicho, del presupuesto con el que se mire, además de la calidad en el equipo de trabajo con el que se cuente.

Pese a las dudas y temores que inundan el mercado de la producción sonora, la dinámica del escenario artístico no se detiene. Nuevos artistas y propuestas aparecen todos los días y se suman a las que actualmente ya tienen un lugar en el mercado. Cada vez son más los músicos que se arriesgan a tomar el destino de su carrera en sus propias manos. Los resultados, muchas veces, no son como ellos esperan.

La postura de los productores, aunque llenas de matices que las hacen diferentes, se puede dividir en dos grandes grupos: por un lado, aquellos que creen que las empresas discográficas enfrentan una crisis de la que se pueden recuperar; y por el otro, los que ven un escenario poco prometedor en los próximos años.

El punto de vista puede tener un enorme contraste y depende muchas veces de la cantidad de dinero que tenga en el bolsillo cada productor.

Estrellas a cualquier precio con Luis de Llano


Cuando se habla de producción del concepto de “entretenimiento”, no solamente en la música sino también en la televisión, hay un nombre que aparece de inmediato en todas las listas: Luis de Llano Macedo.

Clave dentro de Televisa y trabajador incansable a lo largo de cuatro décadas, acumula lo mismo premios que críticas, fanáticos que detractores. Para un hombre que vive caminando entre el éxito y el fracaso, los extremos son algo con lo que lidia todos los días.

El presupuesto tampoco es problema. De Llano es uno de los pocos que no debe preocuparse por “problemas de liquidez” al momento de darle forma a un nuevo concepto o apoyar a otro que ya esté establecido.

A pesar de los señalamientos que despierta su labor en la industria sonora, donde se le acusa de crear “ídolos de plástico”, De Llano Macedo es uno de los últimos hombres que ha luchado porque la música recupere lo que a su juicio fue su gran motor por décadas: El espacio en televisión. “Lo que se necesita es recuperar los programas dedicados a la música. La televisión antes tenía espacios enfocados a la música a todas horas, y eso desapareció por completo”. Él no se preocupa en “¿cómo hacer las cosas?”, sino en “donde las va a mostrar”.

Luis de Llano se encarriló como creador y productor asociado de varias de las bandas con mayor arrastre comercial en las últimas décadas. Timbiriche, Garibaldi, Kabah y Micro Chips fueron en parte “diseñados” por él. Y es que el productor no tiene empacho en decir que cuando el talento no basta, es necesario “inventar” a los artistas, aunque él lo justifica señalando que si la industria mexicana no lo hace, Estados Unidos, España y Argentina “llenarán ese hueco”.

“Los artistas, la música en general, enfrenta una enorme crisis por la retirada de muchas disqueras, la desaparición de otras, por la piratería. Tenemos que inventar artistas, crear conceptos y seguir adelante. Tenemos que mirar hacia adelante y no permitir ser invadidos por conceptos extranjeros, lo que ya en el pasado nos pasó muchas veces”. Para De Llano el éxito de la actual generación de productores tendrá mucho que ver con la capacidad que tengan de “adaptar y tropicalizar las tendencias globales. En eso habíamos sido muy buenos aquí, en mejorar lo que nos llegaba de fuera”.

Hacer mucho con poco: Álvaro Abitia

Mientras que algunos productores tienen “presupuestos amplios” para darle vida a sus proyectos sonoros, otros enfrentan una realidad mucho más compleja. Álvaro Abitia, académico, músico y productor, sabe bien lo difícil que es el camino de quienes buscan crear arte a partir del sonido. Tener talento y ser emprendedor muchas veces no basta en una industria donde en las partituras musicales muchas veces se cuela el símbolo de pesos.

Abitia, quien es director de la Universidad Libre de Música (ULM) en Guadalajara y pieza clave en la organización de la Feria Internacional de la Música (FIM), presentó en el marco de la feria un libro que aborda la problemática de la industria sonora en el continente, aunque con especial énfasis en la escena de proyectos locales.

“Me llevó varios años escribirlo, pues se tuvo que recopilar una gran cantidad de información y datos”, explica en entrevista. El material se llamaLa nueva era de la industria musical, una mirada desde Latinoamérica y está disponible desde principios de mes.

El productor reconoce que “la industria de la música tiene más de 10 años en una crisis muy fuerte, pero toda crisis hay que verla como una oportunidad, en este caso como una que nos debe permitir generar nuestra propia industria”.

“Tenemos mucha música hecha desde Latinoamérica, muy buenos cantautores, roqueros, bandas de punk. Todo está bien, hasta que te das cuenta que no hay una industria que la soporte”, anota Abitia, quien señala que más allá de indicar los puntos débiles que enfrentan las empresas sonoras en México, él prefiere enfocarse en las soluciones.

“En Guadalajara no tenemos una compañía discográfica, no tenemos distribuidores, no tenemos editores. Estamos desarticulados y el libro habla de eso, sobre la estructura de la industria, cómo y por qué se cayó, con la idea de que quienes intenten entrar en ella tengan una especie de guía o un mapa que les ayude a avanzar”, agrega el director de la ULM, quien reconoce que con este tipo de esfuerzo busca que “los que están llegando ahora con la idea de producir no enfrenten el problema que mi generación, de no encontrar un marco mínimo para trabajar”.

El duro camino de la libertad

En el mundo de la música, el término “independiente” se suele confundir con “nuevo”. Si bien es cierto que son pocas las bandas que se van “por la libre” y logran sobrevivir como para dejar de ser novatos, también es cierto que existen algunos veteranos que pese al complicado camino, logran articular una trayectoria respetable e incluso se convierten en destacadas figuras.

Peregrinar a las grandes disqueras para ser rechazados, fracasos económicos, libertad creativa, emprender el vuelo en solitario y hasta dormir en un mueble lejos de casa son algunas de las vivencias a las que se tienen que enfrentar aquellos conjuntos de rock que decidan labrar su propia senda, a veces con éxito y en otras afrontando un amargo fracaso.

Así lo ven

“Sussie 4 comenzó como banda hace 13 años y todavía nos tocó llevar nuestro primer demo  en casette a la secretaria de un ejecutivo de disquera. Así era el camino antes, ir a tocar puertas al Distrito Federal a ver qué pasaba. Y como somos independientes pueden adivinar: no pasó nada”

Odín Parada,
miembro de Sussie 4.

“Hay que ser muy tercos si se quiere destacar en la música. No va a venir un productor a regalarte un disco o un promotor a invitarte a su festival”

Fernando Santana,
integrante de Knela Rush.

“La realidad es que hay que salir a veces de tu ciudad si quieres figurar. Nosotros somos de Hermosillo y allí la escena para quienes quieren hacer rock es bien complicada, aunque tampoco nos obsesiona la fama. Recuerdo que entramos al Rockampeonato Telcel en 2007 con la única intención de que nos regalaran un celular, y acabamos ganando el concurso”

Memo,
bajista de Hong Kong Blood Opera.

“Nos costó mucho trabajo lanzar nuestro primer disco. Trabajamos cuatro años en la placa y justo cuando la íbamos a lanzar, la disquera quebró y pasamos por muchos apuros para poder volver a conseguir los recursos. Tuvimos que fundar nuestro propio sello de distribución para poder vender el material”

Luckas Ochoa,
integrante de Pink Flamingo.

“Creemos que una de las ventajas de ser independientes es que se pueden hacer cosas muy chidas sin grandes inversiones. A nosotros lo que nos interesa es tocar, no si es un lugar grande o pequeño. Así sea en un foro masivo o un bar, con el mejor sonido o con amplificador chiquito”

Alex, vocalista de Disidente.

“Repartimos nuestro demo en todos los lugares donde tocábamos. Supongo que de 100 que dábamos, 99 terminaban en la basura, pero con ése que alguien se quedaba, pudimos llegar hasta aquí”

Gil Cerezo, vocalista de Kinky.

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