El legado de Alfonso para los Arau

GUADALAJARA, JALISCO (07/MAR/2016).- La charla con Alfonso Arau apenas había comenzado cuando sucedió una de esas pequeñas escenas que llenan de color el festival de cine de nuestra ciudad. La protagoniza Fernando, su hijo, quien se acercó sigilosamente al lugar donde el legendario cineasta se encontraba conversando con este medio.

“Perdonen que los interrumpa, es que me tengo que llevar el libro porque estoy por irme al aeropuerto, y quiero que mí papá me lo firme”, dice Fernando. Su padre, Alfonso Arau, busca rápido una “buena pluma” para escribir la dedicatoria a su hijo. Todo queda grabado en una fotografía.

“No, no me pone nervioso que lo vaya a leer”, bromea el cineasta cuando su descendiente se va del hotel en el que se hospeda junto a su familia, que vino a la ciudad para acompañarlo a recibir el Premio Mayahuel de Plata de la edición número 31 del  Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG). “Yo tengo una familia grande y les dejo eso a mis hijos, el libro es una herencia, un legado, hay muchas cosas que se van a enterar cuando lo lean. Es toda mi vida, mis abuelos, mis padres, mi infancia, todas mis facetas están ahí, 207 páginas”.

Tentación cumplida

El galardonado de la presente edición del FICG, explica que tenía mucho tiempo queriendo publicar un texto que hablara de sus vivencias, pero que fue hasta que la Universidad de Guadalajara lo patrocinó, que Armando Casas, su colega, se dio a la tarea de entrevistarlo. “Comienzas a pensar qué decir, qué no, cuidar decir la verdad, y al final es mi verdad, como yo me acuerdo, como yo lo percibo, estoy seguro que si algunos de los coprotagonistas conmigo de las escenas que describo lo leyeran, tendrían otra percepción, pero al final por eso son mis memorias”.

En “Alfonso Arau: Así es la vida, vals para piano”, el cineasta habla de sus intereses, colaboraciones, maestros, y dedica un apartado especial dedicado a los jóvenes, en donde les platica cómo hace las películas. “Lo que quise mostrar es mi actitud ante la vida, tengo muy mala memoria para las cosas desagradables, todos los tropiezos no sirvieron sino para enseñarme, darme experiencia, madurar”.

Formador de talentos

“Ponte al lado del fotógrafo para que cuando yo te conteste lo que me preguntes él pueda captar mi mirada”, indica Arau, cuyo pensamiento de director lo hace pensar en la imagen que se publicará en este diario.

Fue ese mismo ojo escrutador que lo llevó a descubrir a Lumi Cavazos —protagonista de “Como Agua para Chocolate”—. O al mismo Emmanuel Lubezki —quién fotografió la cinta antes mencionada, además de “Un paseo por las nubes”—.

“ ‘Como agua para chocolate’ fue para Lubezki su primer gran película, después me lo llevé a Hollywood a ‘Un paseo por las nubes’. Luego de allí ya no pude trabajar con él porque es tan genial, tan talentoso que ya estaba ocupado”.

Arau rememora que su formación en el cine fue autodidacta, buscando a maestros que le enseñaran la profesión ya que cuando decidió hacer cine, no existían escuelas en México. “Antes, cuando empecé, mi mayor preocupación era el dinero, ahora es más fácil pero el problema es cuál película hacer”.

Sobre si se arrepiente de algún proyecto que ha dirigido o participado, el artista señala que no, porque para él las películas son como hijos. “No hay hijo feo, todas son parte de mi vida, lo que he descubierto con la experiencia es que cada película como los seres humanos tiene su destino, no importa si son buenas o malas, el éxito o no, o los problemas”.

Hoy presenta libro

La presentación oficial del libro “Alfonso Arau: Así es la vida, vals para piano” se hará hoy en punto de las 18:00 horas en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara.

Fan de Juan Rulfo

Alfonso Arau también comparte en la publicación de su vida su faceta como actor, en especial en adaptaciones que se hicieron de las novelas de Juan Rulfo. El cineasta dice en entrevista que la literatura es una fuente muy importante para el cine, considerando que incluso los guiones de cine nunca podrán ser tan profundos como una novela. “Juan Rulfo para mí es creador de dos marcas de nuestro cine, una es la familia, nuestras películas son de la familia, y por otro lado el realismo mágico, que surge de Rulfo porque Gabriel García Márquez se alimenta de Rulfo”.

Además, confiesa que la actuación que más le ha gustado fue en el largometraje basado en un libro de cuentos del autor de Pedro Páramo, que es “El rincón de las Vírgenes”. “Es la que más me gusta como actor”, remata Arau.