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Entretenimiento | Exhibirán cintas de Lars von Trier, Thomas Vinterberg y Jesper Jargil

Cine verdadero en el FICG

En el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, con los Países Nórdicos como invitado, no podía faltar una mirada al movimiento Dogma 95

Por: EL INFORMADOR

La celebración. La cinta de Thomas Vinterberg narra cómo los secretos de una familia salen a flote durante el cumpleaños del patriarca. ESPECIAL /

La celebración. La cinta de Thomas Vinterberg narra cómo los secretos de una familia salen a flote durante el cumpleaños del patriarca. ESPECIAL /

GUADALAJARA, JALISCO (27/FEB/2013).- El Festival Internacional del Cine en Guadalajara (FICG), que comienza este viernes,  con los Países Nórdicos como invitados no puede estar completo sin poner el foco en el movimiento Dogma 95. Esta vanguardia cinematográfica danesa se llenó de relevancia por rebelarse contra el canon de cine convencional. Con Lars von Trier y Thomas Vinterberg como máximos exponentes, el Dogma se caracterizó por presentar una nueva forma de hiperrealismo que acercaba la ficción a las formas del cine documental.

Las películas encargadas de representarlo en el programa del FICG 28 son Los idiotas (Idioterne) y La celebración (Festen), de Von Trier y Vinterberg respectivamente. Además se proyectará un documental de Jesper Jargil titulado Los purificados (De Lutrede), que refleja mucho de la actitud de sus iniciadores.

Jesper Jargil realiza una mirada ingeniosa hacia los directores y al credo de Dogma 95. En el documental, el director examina los excesos que ayudaron a inspirar al movimiento y cómo los teóricos del Dogma tenían la esperanza de retarse a sí mismos. Cómo reaccionó el mundo a esta corriente y ellos al mundo, es otra de las cuestiones que se analizan en Los purificados.

Para conocer el movimiento

Este movimiento fílmico vanguardista surgió a mediados de la década de los noventa, en manos de los cineastas daneses Lars von Trier y Thomas Vinterberg, principalmente como respuesta al cine saturado en confección. Hartos del uso excesivo de luces, ambientación, efectos, montajes y música, puesto que para ellos estas herramientas sólo se interponen entre la trama y el espectador, buscaron rescatar, a través de cierto estipulado de medidas, la esencia del cine.

Así crearon un Manifiesto del Dogma 95 y el Voto de castidad. Este último sirvió como decálogo al momento de realizar una cinta. Aunque, algunas de las reglas que implementaron en el decálogo han sido incluso catalogadas como de imposible cumplimiento por parte de sus creadores.

El voto de castidad

Los rodajes deben realizarse en locación. No se puede decorar ni crear un set. Si un objeto es necesario para mantener el desarrollo de la historia, será preciso encontrar uno de los exteriores en los que se encuentre este objeto o accesorio.

El sonido no puede mezclarse separadamente de las imágenes, o viceversa. No se puede usar música, salvo si ésta es grabada en el mismo lugar donde la escena es rodada.

La cámara debe portarse al hombro. Cualquier movimiento (o inmovilidad) con la mano están autorizados.

La película debe ser a color. El uso de luz especial o artificial no está permitido. En todo caso, si la luz no alcanza para rodar una determinada escena, ésta deberá ser eliminada o, en rigor, se puede montar sólo una luz simple sobre la cámara.

Filtros y trucajes ópticos están prohibidos. El mero objetivo de la cámara ya falsea la realidad.

La película no debe tener acción o desarrollo superficial. No puede haber armas ni suscitar crímenes en la historia.

La narración deberá ser en linealidad temporal y geográfica. El filme sucede aquí y ahora.

Las películas de género (genderfilms o filmes relacionados con roles de poder, sexualidad o género) no son aceptadas.

El formato de las cintas debe ser 35mm normal (formato académico).

El nombre del director no debe aparecer en los créditos.

Inicia el Dogma

No siempre pudieron aplicar sus normas de creación. La mayoría de las películas presentan, por ejemplo, el nombre del director, sobre todo porque las casas productoras lo incluían. En técnica también tuvieron que romper algunas de sus reglas, como sólo filmar con 35mm. No obstante, las primeras producciones de este movimiento fueron bien recibidas.

La trilogía que se encargó de presentar al mundo el Dogma 95 fue La celebración (1998), de Thomas Vinterberg; Los idiotas (1988), de Lars von Trier; y Mifune (1999), de Søren Kragh-Jacobsen. Las dos primeras son las encargadas de representar al movimiento en la más reciente edición del FICG.

La celebración

Por su técnica al estilo de video casero, La celebración comienza  como una cinta de recuerdo grabada por una familia de una fiesta. Se trata del cumpleaños número 60 de Helge, padre y figura central de la familia, mas conforme la celebración avanza se van descubriendo secretos internos en la familia, luego del discurso pronunciado por uno de sus hijos durante el brindis. Traumas infantiles, hipocresía y mentiras van cambiando el tono de este festín, hasta exponer el error en las convenciones de convivencia.

Los idiotas

Gracias a un primer encuentro en un restaurante, una chica llamada Karen se suma a un grupo de personas que llevan a la práctica su teoría del idiota interior, representando papeles de personas con problemas mentales. Refugiados en una casa, comienzan a visitar establecimientos en su localidad hasta volverse un verdadero grupo de hostigamiento social como acto de rebeldía.

Cambiando de dirección


A pesar de que La celebración fue la primer exponente del movimiento Dogma 95, su director, Thomas Vinterberg no tardó en buscar nuevas estéticas en su trabajo cinematográfico. Ejemplo de ello es la cinta It’s All About Love (2003), que se desprende por completo a través de una historia de amor apocalíptica y catalogada en el género de ciencia ficción. Se distingue del Dogma principalmente porque está hablada en inglés y porque cuenta con actores de renombre como Joaquin Phoenix, Sean Penn y Claire Danes.

Un cineasta polémico

Lars von Trier ha sabido establecerse como director de culto, sobre todo gracias a su actitud polémica no sólo reflejada en su trabajo, sino además en sus apariciones públicas. Sus cintas como Breaking the Waves (1996) y Dancer in the Dark (2000) se valen de personajes femeninos para representar un sacrificio humano para mejorar la condición de sus seres queridos.

Por otra parte, más tarde lanzó las dos primeras entrega de su trilogía sobre Estados Unidos: Dogville (2003) y Manderlay (2005), donde se centra en retratar grupos de personajes humillados continuamente por los roles sociales influenciados por el egoísmo y el poder.

Si Von Trier no era bien conocido por el público general, sin duda el escándalo que protagonizó en Cannes lo hizo mucho más popular. En la edición celebrada en 2011 de este festival, cuando presentaba su filme Melancholia, en una rueda de prensa declaró: “Comprendo a Hitler. Creo que hizo algunas cosas mal, sí, absolutamente (…) no es lo que llamarías un buen tío, pero lo entiendo bastante bien y simpatizo un poco con él…”

Tras esta declaración fue nombrado persona non grata y fue expulsado del festival.

AGENDA

Las funciones

Los idiotas


Dir. Lars Von Trier

Sábado 2 de marzo

17:00 horas Cinépolis    

Domingo 3 de marzo    

22:15 horas Cinépolis

La celebración

Dir. Thomas Vinterberg

Viernes 1 de marzo

18:00 horas Cinépolis

Sábado 02 de marzo

13:30 horas Cinépolis

Los purificados

Dir. Jesper Jargil

Miércoles 6 de marzo

21:45 horas Cinépolis

Viernes 8 de marzo

16:30 horas Cinépolis

Temas

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