Domingo, 28 de Abril 2024
Deportes | De los toros con verdad, Por Francisco Baruqui M.

Castella en figura; muy toreables los pepitos…

De los toros con verdad, Por Francisco Baruqui M.

Por: EL INFORMADOR

En su primero, Arturo Macías logró series con la derecha que se le jalearon. M. FREYRÍA  /

En su primero, Arturo Macías logró series con la derecha que se le jalearon. M. FREYRÍA /

Pasado un tercio de entrada en tarde por demás agradable por fresca y haciéndose Eolo la pinta, la gente acudió animosa con afán de ver toros y…

Y mire Usted que los hubo. Ganado de San José, de Don Arturo Jiménez Mangas, con cinco, ya que el que cerró plaza resultó un torete impresentable que se tragaron veterinarios y autoridades, poniendo el manchón a los restantes que lucieron presentación con crianza y variedad de pelajes, que lo mismo salió el mulato, que el cárdeno claro, pasando por un berrendo alunarado, caribello, botinero y rabicano con mucha imponencia y lámina.  Ejemplares con cuajo y hondura, largos de badanas y con la integridad indudable de sus pitones, -- ¡COMO DEBE DE SER..! --, dando importancia y autenticidad.

Astados claros, dúctiles, suavones, abriéndose mucho en los engaños, conformando un encierro pastueño, muy toreable, que brindó condiciones propicias para el triunfo. ¿Su defecto..?  La fuerza justa, el brío escaso, el poco fuelle que derivó en la falta de transmisión, pero metiendo los morros y dos haciendo el avión. Toros con mucha bondad, -- bueno, eran de San José… --, para ser señalados tan sólo en varas, partiéndoseles apenas el pelo, que con las filosas puyas con las que se está picando, apenas con un refilonazo y la sangre corre hasta las pezuñas.

Esa falta de emotividad que tuvieron los “pepitos”, aunado a las fallas con las espadas, resultó determinante para que no se cortaran más apéndices, siendo los únicos, dos orejas en un solo toro, las ganadas por Castella en el quinto.
Qué temporada europea tan interesante, -- como lo comenté con su diligente apoderado, Luisma Lozano --, la que tendrá Sebastián Castella a la vuelta de la esquina, dado el momento espléndido por el que atraviesa…

Dominador absoluto del oficio, lo que le da el pisar seguro y el poderío y sitio de los que hace gala, haciendo alarde de la cantidad de toros que le caben en su cabeza dada la inteligencia y el saber y poder estar, le hacen ser la joven figura que se consolidará en el sitial de los primates.

Con su primero se dio en una labor esforzada, con mucha voluntad y empeño, pudiéndole al de San José pero sin trascendencia mayor, dada la escasa fortaleza del moro, despenando de estocada baja que le valió silencio, empero…

Empero, con el quinto al que entendió a la perfección desde que salió por toriles, plasmando la verónica, jugando los brazos y bajando las manos con cadencia y ritmo, rematando con recorte supo medirle justamente el castigo; tuvo toro para realizar una faena magníficamente planteada, de sólida estructura, con definido trazo, fincada en toreo por abajo con las dos manos y por ambos lados, mandando y templando muy reunido, reponiendo lo justo y enredándose al burel con el quiebre leve de su cintura y la aplicación de sus elásticas muñecas, ligando y rematando escuchando las palmas.  Supo imprimir Sebastián la intensidad que impactara ante un buen ejemplar que tenía recorrido y son, pasándoselo en cambiados por la espalda para, en su momento, cuadrar e igualar al astado, cobrando una estocada un pelín rinconera, pero ejecutando la suerte con exposición y pasándose, como pasarse se debe en el embroque encelando mucho con la zarga, -- que como en el argot decimos, es la que mata… --, para cortar las dos orejas y erigirse como absoluto triunfador.

Y como triunfador retornará a España luego de su exitosa campaña americana, para dar la cara en las ferias principales de la península. ¡Enhorabuena muchacho..!

A Ignacio Garibay sigo viéndole como un torero de buen corte que se sabe tomar en serio. El moruno artista busca justificarse a lo largo de toda su actuación, destacando en su toreo a la verónica, perdiendo el percal en el remate, para con la flámula emplearse en dos faenas largas, muy largas, pasándose en ellas en sus deseos por agradar, sustentándolas siempre en la mano derecha con ayudados por abajo, en algunos abusando del pico del engaño haciendo un toreo despegado, sin embraguetarse como bien lo podía dadas las condiciones de los de su lote, pero que al fin se le corearon.  Nada dejó ver con la zurda, quedándole incompleta la labor, cobrando en el que abrió función pinchazo tendido y entera en sitio que bastó para saludar.

Con el cuarto estuvo en similar tenor y siempre haciendo todo con la mano diestra, no utilizando la zurda ni para intentar a un toro que merecía mucho más, en otro trasteo más largo que una cuaresma sin pan, escuchando un aviso al pinchar, rematando con estocada tres cuartos en los rubios que le valió petición denegada, quedando en una merecida vuelta al ruedo.  Y…

Y tenía verdadero interés por ver al aquicalitense Arturo Macías. Un torero que lo que ha conseguido ha sido a sangre y fuego, jugándose la vida tarde a tarde en una poco afortunada y sangrienta temporada española que le valió varias cornadas, algunas de extrema gravedad, que le han curtido en su duro rodaje en la profesión.

En Arturo sigo viendo el valor, la entrega absoluta, la determinante actitud que le hace ir siempre pa álante pero…  Pero requiere de mejor técnica que le dé el mando para poderle a los toros.  Insisto, la voluntad y las agallas las tiene, cosa será de recursos que le valgan imponerse más, lo que también le dará una confianza del pisar seguro que por ahora, a lo visto, no tiene.  En su primero logró series con la derecha que se le jalearon, pero faltando unidad y mando, despenando de dos pinchazos y entera perdiendo la zarga para silencio, y con el sexto…

Con el sexto, una res, repito, impresentable para Guadalajara, que dio vergonzoso contraste con los ejemplares restantes, desaprobada por el respetable desde salida, Arturo se encontró con un ambiente de desagrado justificado por parte de la afición, que no daba importancia alguna de lo que se hiciese ante el novillote de marras, lo que marcó un tenor de instrascendencia a lo que el joven torero consiguió destacando, aquí sí, una soberbia estocada en lo alto de excelente factura que le valió merecidamente el batir de palmas de los concurrentes.

Hay que seguirle viendo, que lo merece, lo reafirmo, confiando y deseando que recupere talante y sitio, encontrando su rumbo que le lleve al fin al lugar justo que sus merecimientos tengan.  Valiente cabal, sí señores…  Y a pesar de las cornadas…

Correo electrónico: francisco@baruqui.com 

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