Todo sobre las industrias culturales

GUADALAJARA, JALISCO (30/AGO/2013).- Ya es un hecho aceptado que la creatividad y la cultura tienen un peso importante en la economía. A últimas fechas, los funcionarios hablan frecuentemente del fomento a las industrias culturales, e incluso se ha creado una dependencia especializada en Jalisco. Pero ¿qué implica realmente esta Dirección de Industrias Culturales y Creativas (DICC)? ¿Qué beneficios pueden obtener la comunidad cultural, y de qué manera se establece la conexión entre creación y mercado?

Cuestiones como estas serán abordadas en el curso Mitos y Realidades de las Industrias Culturales y Creativas en México, el cual será impartido por el músico, gestor y funcionario Álvaro Abitia, en la sede de PACTO, Proyectos de Arte (Gabriel Castaños 93, colonia Arcos Vallarta).

En la actualidad, en el arte contemporáneo, "más que conocer disciplinas artísticas es necesario empaparse de otras ramas del conocimiento", afirmó el artista y director de Pacto, Joao Rodríguez, refiriéndose a cuestiones que tienen que ver con modelos alternativos de negocios y herramientas de administración y gestión.

Y para Rodríguez, Álvaro Abitia es actualmente uno de los pocos expertos que pueden aportar este tipo de herramientas prácticas al trabajo de artistas, promotores, productores e interesados en la cultura, el arte y la creatividad, a quienes está dirigido el curso.

Y es que antes de ser el Director de Desarrollo Cultural y Artístico de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Abitia ya trabajaba activamente en cuestiones de gestión. Fue director de la editora musical Bonsái Publishing y de la disquera Suave Records, es co-fundador de la Universidad Libre de Música y de la Feria Internacional de la Música en Guadalajara ( FIM), y presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Industrial Musical Iberoamericana (ADIMI).

¿Y cuáles son los mitos y las realidades de las ICC? Uno de los principales mitos comienzan con la propia identificación de las industrias culturales: "un artista como productor independiente, preocupado por su quehacer artístico, no corresponde a una industria creativa", explicó Rodríguez, pues para serlo, "tiene que tener mayor impacto en la sociedad y, normalmente gracias al trabajo colectivo".

También el marco legal puede ser algo que sigue existiendo como un mito o desconocimiento, agregó, y "es algo que Álvaro nos puede ayudar a aclarar: los compromisos, obligaciones y beneficios al momento de constituir una industria cultural".

La realidad actual, por lo menos en Jalisco, es que se vive un momento muy propicio para crear o impulsar una industria cultural. "La DICC es la primera dirección de este tipo que existe en el país, y creo que sucederán muchas cosas alrededor de eso", afirmó Joao, quien está convencido por experiencia propia, que "si nadie nos da trabajo a los artistas, nosotros podemos generar trabajo para nosotros y para más gente".

Entre los temas que se revisarán el próximo 7 de septiembre, de las 10:00 a las 14:00 h y de las 16:00 a las 18:00 horas, se encuentran el contexto histórico de las industrias culturales, los modelos de economía creativa y el marco legal existente en Jalisco y México. Como contó Rodríguez, se otorgarán recursos teóricos para que cada participante pueda poner en práctica en su proyecto. El costo es de $600 general y $500 para estudiantes y maestros.

Para saber

Para inscribirse o pedir informes sobre el curso Mitos y Realidades de las Industrias Culturales y Creativas en México, impartido por Álvaro Abitia, se puede llamar al 36315220 o escribir al correo pacto.info@gmail.com

*El músico y gestor Álvaro Abitia impartirá el curso Mitos y Realidades de las Industrias Culturales y Creativas en México

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL