Sábado, 18 de Mayo 2024
Cultura | El violinista de San Petersburgo acompañó a la OSN dirigida por Antoni Ros-Marbà

Ilya Gringolts derrocha virtuosismo al inaugurar el FMM 2012

Como cada Otoño desde hace 23 años, Morelia se viste de gala con el encuentro musical que lleva a la ciudad lo más celebrado del quehacer sinfónico en el mundo

Por: NTX

Ilya Gringolts derrochó virtuosismo al actuar como el violinista solista que acompañó a la Orquesta Sinfónica Nacional. NTX  /

Ilya Gringolts derrochó virtuosismo al actuar como el violinista solista que acompañó a la Orquesta Sinfónica Nacional. NTX /

MORELIA, MICHOACÁN (17/NOV/2012).- Ilya Gringolts (San Petersburgo, 1982) derrochó virtuosismo al actuar como el luminoso violinista solista que acompañó anoche a la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), durante el concierto inaugural de la edición 24 del Festival de Música de Morelia "Miguel Bernal Jiménez" (FMM 2012).

Como cada Otoño desde hace 23 años, la Valladolid del nuevo milenio se viste de gala con el encuentro musical que trae a esta ciudad colonial lo más celebrado del quehacer sinfónico de México y del resto del mundo. Ayer, el Teatro Morelos colmó su aforo con un público que coronó el concierto con una ovación de pie.

En la primera parte del concierto se dejó escuchar, de Ludwig van Beethoven (1770-1827), el "Concierto para violín y orquesta". La parte complementaria se valió de una de las obras más cotizadas de Hector Berlioz (1803-1869), su "Sinfonía fantástica", suerte de autobiografía que escribió a sus escasos 27 años de edad.

De la primera parte cabe señalar que el "Concierto para violín", de Beethoven es considerado el mejor, más grande y portentoso de cuantos conciertos se han escrito para ese pequeño instrumento de cuerdas desde que el hombre se vio iluminado con la música. Esa opinión, por cierto, la comparten los expertos.

Ilya Gringolts, con su violín de refinado gusto, sonido y manufactura, enalteció lo mismo al autor del concierto que a la obra misma, con lo que, consecuentemente, exaltó también a quienes lo acompañaron en su concierto, varios miles de personas, melómanos consagrados la mayoría, quienes reconocieron su técnica.

Gringolts gustó. Gustó en más de un sentido, pues además de ser un joven con la más pura y depurada técnica interpretativa, tiene a sus escasos 30 años premios y reconocimientos internacionales, varios discos grabados y legiones de seguidores alrededor del mundo, porque permanentemente viaja de una latitud a otra.

En los últimos años ha dado conciertos por toda Europa, Asia, Norteamérica, Australia, Sudáfrica e Israel. Tenerlo en México como parte del concierto inaugural del FMMM en su edición 2012 es un lujo de muchos kilates. Y eso fue reconocido por los asistentes, quienes lo escucharon y lo admiraron.

Gringolts posee el perfil exacto del ser sensible, del artista, del violinista pues. Si un mago fabuloso tuviera que aparecer a un violinista, seguramente lo aparecería a él: Su edad, estatura, imagen pulcra de figura ataviada con impecable camisa de tela tersa, su traje negro y sus lustrosos zapatos, lo hacen un figurín tocando.

Su piocha, que acariciaba al diminuto instrumento mientras ejecutaba las partes más difíciles de la partitura heredada por Beethoven, armonizaba con su cabello rizado y de color claro. No obstante, los amantes de la música no fueron a ver su porte (o al menos no principalmente) sino su extraordinaria manera de ejecutar.

El triunfo, sin embargo, no fue únicamente creación del violinista en su calidad de solista. La OSN, al frente de la vigorosa batuta de Antoni Ros-Marbà, actual director titular de la Real Filharmonía de Galicia, hizo lo suyo para sacar adelante el concierto en la primera de sus dos magistrales partes en las que fue dividido.

Pasado el intermedio, Gringolts se retiró del escenario para dar paso a la parte complementaria, la "Sinfonía fantástica", de Hector Berlioz, con sus 49 minutos de duración, seis minutos más larga que la obra anterior. Sus varios movimientos hicieron la gozosa escucha de esta pieza que tiene una historia muy particular.

De acuerdo con las croniquillas de la época, es el resultado de la inspiración que provocó una decepción amorosa que sufrió el bisoño y atolondrado autor. En la partitura original de la obra, escrita allá por 1830, Berlioz escribió que "un joven músico de sensibilidad mórbida e imaginación ardiente se envenena con opio...

"...en un arranque de desesperación amorosa. La dosis del narcótico, demasiado débil para causarle la muerte, lo sumerge en un profundo sueño, acompañado de las más extrañas visiones, durante el cual sus sensaciones, sentimientos y recuerdos se transforman en su cerebro enfermo en imágenes y pensamientos musicales...".

Y qué decir de la OSN, sino que es la agrupación musical más representativa de México. Su antecedente es la Orquesta Sinfónica de México, fundada por el maestro Carlos Chávez en 1928. Con la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en 1947, se convirtió, primero, en Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música y, finalmente, en Orquesta Sinfónica Nacional.

A la ceremonia de inauguración asistieron, además de la directora general del festival, Verónica Bernal Vargas, el secretario de Cultura del Estado de Michoacán, Marco Antonio Aguilar, así como Patricia Mora Vallejo, presidenta honoraria del patronato del festival, y Wilfrido Lázaro Medina, edil local.

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