Divertirse con el arte: Escatel

GUADALAJARA, JALISCO (27/JUN/2012).- “Estudié primero Arquitectura y después empecé Artes Plásticas, pero no la terminé porque no era lo que buscaba. Dejé la carrera y me puse a trabajar de arquitecto. Luego conocí a Alejandro (Fournier) y a Javier (Cárdenas) y formamos Sector Reforma, y empecé a descubrir mi propia búsqueda sobre el arte; la forma en que a mí me interesaba el acercamiento a éste.

Ahora acabamos de descentralizar el espacio de Sector y montamos los estudios cada quien por su lado. Estamos movilizando el proyecto, buscando otros lenguajes. El año pasado concretamos un libro de Sector Reforma que enmarca 65 proyectos de siete años que estuvimos ‘de la Calzada para allá’.

Fundamos el espacio allí porque cuando yo estaba estudiando me tocó hacer un ejercicio urbanístico en el barrio de Analco, y se me hizo bien bonito. Como un pueblito encapsulado, siempre me gustó.

Surgió la idea de rentar un espacio para poner nuestros talleres –porque al principio se hablaba de talleres— y yo sugerí Analco. A ellos les gustó y la casa estaba bien padre, una arquitectura modernista del 74, de Alfonso Moya. Nos gustó la idea de poder descentralizar el arte y poder invitar a la gente a que conociera el barrio.

La parte más exitosa en la que se involucró el barrio fue la serie Nadie Recuerda Todo: seis piezas fotográficas que retratan Analco con personajes y sitios de ahí. La presentamos en el Museo de la Ciudad, y tuvimos una mención honorífica en la 13° Bienal de Fotografía en el Centro de la Imagen. Estuvo viajando a París, a Uruguay, a Monterrey y al DF. Creo que esa fue la mejor forma de gratitud que logramos hacer por el barrio.

Además la gente  siempre iba a las exposiciones. Creo que al final se sentían contentos de que había gente buscando una imagen positiva del lugar. El barrio, si bien es famoso por la lucha libre, también es famoso por la venta de autopartes robadas. Entonces el que buscáramos detonantes positivos a la gente le pareció muy bien, era muy agradecida.

“Difícil lidiar con el ego”

El espacio de Sector Reforma daba para hacer más que talleres; formamos residencias y un espacio galerístico. Invitamos gente que presentara su trabajo ahí con la idea de buscar ese vínculo de diálogo entre lo que estaba pasando en otros lados, las propuestas, y llamar a la gente a que conociera el espacio y el barrio.

La idea de trabajar como colectivo me parece bien interesante, satisfactoria y propositiva. Es difícil lidiar con el ego, pero cuando logras controlarlo para poder trabajar con más gente se logran cosas bien chidas y aprendes muchísimo. Nosotros hemos trabajado con artistas a quienes les hemos producido su obra y aprendemos de ellos.

Se vuelve una cuestión muy interesante de dar y recibir. Y creo que ese ha sido gran parte del éxito, de lo que ha permitido a Sector Reforma seguir avanzando. Esa posibilidad de ayudar y de generar proyectos sin ningún fin de lucro. Sólo con la intención de apoyar y de comunicar las propuestas a la gente.

Como mi formación es de arquitecto  primero y luego de artista plástico, siempre me centro mucho en el espacio mismo. Me gusta trabajar esta parte de construcción y deconstrucción; el contenedor espacial que puede llamarse arquitectura. Siempre me gusta tener un diálogo entre el espacio, el espectador y la pieza.

Mis piezas por lo general tienen un contenido bastante profundo. Normalmente hago una investigación y enlazo varias corrientes o teorías que refuercen mi proyecto. Terminan siendo piezas más llenas de un concepto y de un marco teórico, que tal vez un objeto bello.

Como siempre la idea es fundamental en mi obra, me gusta estar explorando y trabajar con cosas nuevas. El soporte es muy importante para reforzar el concepto. Trabajo desde textil, fotografía, mecánica, un sistema neumático, la piel, el espejo, dibujo, óleo. Me gusta estar investigando todo el tiempo y estar en contacto con diferentes agentes de la cultura.

Explorar siempre es más divertido. Hay gente que le funciona ya una línea estética y una línea de soporte. Y está bien, porque está respondiendo a un mercado. A mi todavía me gusta más divertirme con ideas, con materiales, con formas. Darle la vuelta a la pieza.

Podría decirse que ahorita mis ideas están un poco inclinadas a la búsqueda, no de un existencialismo, más bien de una negación, de ir más allá, de buscar algo más allá. La hipótesis es: ya revisé y creo que no hay nada. Lo único que tienes es este momento y hacerte consciente de él.

El tatuaje me sirve para recordarlo (lleva tatuado en el antebrazo un diseño propio en el que se lee: Presente). Es como la idea de decir ‘concéntrate aquí, en este momento. Aquí vas a encontrar todas las respuestas’.

El mundo de las ferias de arte

Participamos en la feria Maco en 2011: presentamos el libro y nos presentamos como artistas individuales con Sector Reforma. Finalmente es un escaparate y una plataforma de difusión para dar a conocer tu proyecto. El arte tiene ese toque de llevarlo siempre es una cuestión muy exclusiva para poder acceder a esos mercados y a esos precios.

A mí me gusta más la idea de poder llevar la obra a un mayor número de gente. Es decir, al espacio público y desde ahí generar una transformación de conciencia con la gente.  Me ha pasado que cuando trabajo en la calle siempre respetan bastante la obra porque les transmite algo. Finalmente estás provocando algo ahí y eso es lo que a mí me gusta

No me cierro que mi obra esté con coleccionistas –que ya está— pero siempre es más satisfactorio que la vea más gente y que les pueda transmitir algo.

Las ferias son padres, están llenas de esta magia de élite, y es un juego que hay que saber jugar. También son un punto de encuentro en el que puedes conocer galerías que de otra forma te costaría mucho más ir a Alemania, a Londres o a Nueva York. De repente se juntan ahí y es un momento de diálogo. Un punto de encuentro entre lo que está pasando en diferentes partes.  

Y algo importante que es el mercado del arte. Porque el arte también es un producto de consumo y es necesario venderlo para poder seguir creando. El dinero es una gratificación, una motivación y un estímulo. Es importante buscar vivir de tu trabajo, porque de otra forma se detiene la carreta.”

PERFIL
Artista promotor

Santino Escatel (Guadalajara, 1976) es un artista visual interesado en el estudio y cuestionamiento de las manifestaciones humanísticas colectivas urbanas. Hizo estudios de arquitectura y de artes plásticas.

Para la realización de sus piezas utiliza una variedad de soportes como escultura, fotografía, pintura, dibujo, instalación, arte sonoro y arte urbano. Es fundador y co-director de la Galería Sector Reforma arte contemporáneo y ha participado en diversas exposiciones individuales y colectivas en México y en el extranjero.

Obra con Carme Pinós

“Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente pero el presente es tuyo”, se leerá en el muro de 9 por 3 metros ubicado en el recibidor de la Torre Cube 2, la cual será inaugurada en la zona de Puerta de Hierro, en diciembre próximo.

La pieza de Santino Escatel se llama "Instante Continuo", y consta de mil doscientos triángulos equiláteros con acabado de espejo, que serán empotrados al muro para formar la frase anterior.   

El artista tapatío resultó uno de los dos ganadores del Premio Cube, que convocó a artistas internacionales desde julio del año pasado para concursar sus propuestas de escultura e intervención a muro. Las piezas ganadoras engalanarán el nuevo edificio diseñado por la arquitecta española Carme Pinós.

El proyecto de Santino Escatel concursó junto a otras 48 propuestas provenientes de todos los puntos del globo. Al resultar ganador, el artista recibirá un estímulo económico de 3 mil dólares por parte de la organización Cube Cultura

FRASE

"El arte también es un producto de consumo y es necesario venderlo para poder seguir creando "